EL CORREO, 13/5/12
Revalida el liderazgo del partido con el 92,5% de los votos, diez puntos más que hace cuatro años, tras vencer el recelo de los críticos
Antonio Basagoiti refrendó ayer su apuesta por el acuerdo entre diferentes en el XIII congreso del Partido Popular del País Vasco, cónclave que ha revalidado su liderazgo con una abrumadora mayoría. Cuatro años después de tomar las riendas de una formación en pleno desconcierto por la marcha de María San Gil, Basagoiti ha recompuesto la unidad interna y ha vencido los recelos de sus críticos, como quedó de manifiesto en la votación de su candidatura. Fue reelegido como presidente del PP con el 92,5% de los apoyos de los compromisarios, diez puntos más que el resultado obtenido en 2008, cuando se estrenó en el cargo con el 82,3% de los votos. En su discurso previo evitó ahondar en terrenos delicados para la militancia -fin de ETA, acercamiento al PNV y ruptura del pacto con el PSE- y erigió a su partido «más que nunca como la referencia del entendimiento» en Euskadi, puntal de su mandato.
«La Euskadi de la normalidad que hemos construido en estos años no tiene vuelta atrás», proclamó. «No vamos a renunciar a seguir avanzando por el camino del acuerdo entre demócratas que ha sido bueno para todos los vascos», insistió. Basagoiti reconoció así los logros compartidos con los socialistas durante la legislatura, a pesar de acusarles de haber «pinchado la ilusión del cambio». En los pasillos del Palacio Euskaduna, sede del congreso, destacados miembros de la dirección afirmaron que el PP buscará «forzar» al lehendakari para que adelante las elecciones a octubre, sin necesidad de convocar el pleno de política general de septiembre.
Las críticas más duras al PSE quedaron en manos de los oradores que le precedieron en la tribuna. El portavoz del PP en el Congreso, Alfonso Alonso, ajustó las cuentas a Patxi López, a quien censuró por criticar los ajustes de Mariano Rajoy y no hacer lo mismo con «los recortes al Estado del bienestar de Zapatero». «No se puede tener tan poca cabeza y tanta cara», señaló.
Alternativa al soberanismo
No le fue a la zaga el secretario general del PP, Iñaki Oyarzábal, que alertó del riesgo de que el Gobierno del PSE dejé a partir de ahora la tesorería «vacía» por rechazar las políticas de austeridad y, a la vez, multiplicar sus presuntas prácticas clientelistas. «Los socialistas vascos son expertos en colocar a toda su parentela», avisó.
Basagoiti renunció ayer a la sal gorda para concentrarse en presentar al PP como alternativa al PSE, al que aspira a superar en las próximas elecciones autonómicas, y a un PNV al que ve con preocupación demasiado pendiente de la izquierda abertzale en lo que denominó «la pugna soberanista por coger la bandera de la independencia».
Basagoiti llamó al «entendimiento» a la formación de Iñigo Urkullu para «avanzar más en Euskadi», siempre que abandone «los líos por la ruptura con Batasuna». «Quienes se preparan para nuevas luchas por la independencia que sepan que la crispación y la bronca son instrumentos del pasado que fracasaron», advirtió el presidente del PP.
La gestión del final de ETA apenas ocupó espacio en su discurso, volcado en reivindicar la capacidad de influencia de su partido cuatro años después de asumir la presidencia en circunstancias «muy difíciles». Basagoiti reconoció que el pacto con el PSE, pese a sus vaivenes, contribuyó a forzar a la banda terrorista a decretar su cese definitivo. En un intento por frenar las aspiraciones del soberanismo vasco, aseguró que el proyecto independentista no calará en una comunidad que «se abre al mundo y no cierra fronteras». «La clave es que ETA lleva 50 años asesinando para que el País Vasco no sea España. El País Vasco va a seguir siendo España después de ETA», subrayó.
Los asuntos más espinosos se habían despachado en la ponencia política, auténtica guía del PP vasco. Este documento, que asume el plan de reinserción de presos de ETA puesto en marcha por el Gobierno de Rajoy, sirvió para sacar a la luz el alcance que puede tener hoy el sector crítico dentro del partido en Euskadi. De 480 compromisarios convocados, sólo 9 votaron en contra y dos se abstuvieron.
EL CORREO, 13/5/12