Ander Carazo-El Correo

  •  El PNV gobierna en diez de los quince ayuntamientos y quiere ampliar su poder frente a Bildu, al alza en el viejo bastión del PP

El debate sobre la necesidad de crear una denominación de origen para los vinos de Rioja Alavesa se ha descorchado en esta última legislatura. Después de que los tribunales tumbasen recientemente la iniciativa rupturista de los productores de ABRA (siglas de Asociación de Bodegueros y Rioja Alavesa ) y el PNV retirase su propuesta legislativa para crear una subdenominación bajo el ‘paraguas’ del Consejo Regulador de Rioja, el tema no protagoniza los grandes mítines electorales en Euskadi, pero nadie duda que volverá a retomarse en los próximos años. Porque no es una mera cuestión enológica, sino que también lo es económica, identitaria y, por supuesto, política.

Los principales partidos del territorio tienen una posición bien clara y de los resultados de los próximos comicios determinará su capacidad de influencia en un sector que ‘corona’ a Rioja Alavesa como la comarca más rica de Euskadi con 54.317 euros de PIB ‘per capita’, un 66% más que la media de la comunidad autónoma. El nacionalismo, y especialmente el PNV, quieren conducir el futuro de esta especie de ‘gallina de los huevos de oro’, aunque esto ya genere grietas en su alianza con el PSE.

En cifras

  • Población 11.624 habitantes (2020).

  • 54.317 euros es el PIB per cápita de Rioja Alavesa, el 66% más que la media de Euskadi.

  • 13.344 hectáreas dedica Rioja Alavesa al vino. Suponen cerca del 20% del total de la Denominación de Origen. Una veintena de bodegas propduce el 75% de los caldos de la comarca.

  • 2016: La asociación ABRA empezó hace 7 años a dar pasos para crear una denominación de origen propia.

Ahora mismo, los jeltzales gobiernan en diez de los quince ayuntamientos de esta cuadrilla alavesa, aunque en Laguardia y Labastida se tuvieron que apoyar en EH Bildu para arrebatarle la victoria al PP. Los candidatos peneuvistas a alcalde no hablan directamente sobre la polémica del vino, pero el partido aprovecha cualquier resquicio en el calendario legislativo para que se retome la propuesta de subdividir la DOC Rioja por comunidades. Así, en definitiva, quieren que sean las autoridades de Vitoria, y no las de Logroño, quienes decidan sobre añadas, exportaciones y etiquetado, aunque ellos siempre digan que el objetivo final es defender la calidad frente a la cantidad.

El PNV quiere que sea Vitoria y no Logroño quien decida sobre añadas, exportaciones y etiquetado

«Avinagrar» el debate

El presidente del Araba buru batzar (ABB), José Antonio Suso, ya avisó que «cuando uno presenta una ley piensa que va a tener apoyos suficientes y no los ha tenido, pero puede ser que lo tenga en otro momento. Nosotros seguimos creyendo que es necesaria». Esa rotunda declaración de intenciones de los jeltzales, sin embargo, no cuenta con el respaldo del PSE, su fiel socio en la inmensa mayoría de instituciones vascas, que directamente les acusa de «avinagrar el vino» con un modelo «erróneo». No hay que olvidar que quien ha gobernado al otro lado de la muga durante los cuatro últimos años ha sido la socialista Concha Andreu. La secretaria general del PSE en Álava, Cristina González, mantiene que el PNV reacciona de esta manera a la iniciativa que, por otra vía, impulsan los bodegueros de ABRA desde 2016.

La asociación que ahora preside Itxaso Compañón inició un proceso para separarse de Rioja y etiquetar sus botellas como ‘Viñedos de Álava-Arabako Mahaztiak’, una iniciativa que ha tumbado la Justicia tras haber superado los trámites administrativos por parte del Departamento de Desarrollo Económico, que dirige Arantxa Tapia, recientemente. Pese a ese duro e inesperado revés en los tribunales, EH Bildu y Elkarrekin Podemos lo siguen apoyando.

La izquierda abertzale lo califica directamente como «la única alternativa posible» para proteger el futuro de los pequeños productores ante las grandes marcas y, por eso, no se esconden a la hora de apoyarlo semana tras semana en la Cámara vasca y en sus discursos electorales. No es casualidad. Los independentistas se encuentran en plena fase de pujanza en la cuadrilla y hace cuatro años se alzaron con su primera alcaldía riojanoalavesa, en Samaniego. Si bien parece complicado que consigan la ‘makila’ de más ayuntamientos en la zona, su objetivo es ganar influencia en grandes ayuntamientos como Laguardia y Labastida para forzar que se respalde desde estas instituciones la iniciativa de ABRA.

Este panorama parecía imposible hace veinte años. Entonces, con Ramón Rabanera como diputado general, Rioja Alavesa era un feudo tradicional del PP y controlaba consistorios de la talla de Laguardia, Labastida, Moreda o Lanciego. El PNV fue ganando terreno a los populares en la comarca a medida que moderaba su discurso identitario, por lo que los conservadores ahora se tienen que conformar con los pequeños municipios de Navaridas y Baños de Ebro. En este contexto, se explica su oposición beligerante ante cualquier propuesta que pretenda separarse del Consejo Regulador de Rioja.