LIBERTAD DIGITAL, 20/10/12
Propone un «mapa del dolor» para equiparar víctimas y victimarios. Dice quesólo habrá desarme con la marcha de las policias española y francesa.
La jornada de reflexión en el País Vasco coincide con el primer aniversario del comunicado de ETA en el que la banda anunciaba el supuesto cese de su actividad terrorista. Sin embargo, todavía quedan muchas incógnitas por resolver, como saber si la decisión de no volver a utilizar las armas es firme o si tienen una intención real o no de disolverse.
Unas dudas que aumentan tras conocer que el que fuera miembro de la Mesa Nacional de Batasuna-ETA, Joseba Álvarez, calificaba la decisión de ETA de cesar en el uso de las armas como «una estrategia», durante una entrevista en Alba TV, un proyecto comunicativo venezolano que cuenta con el beneplácito de Hugo Chavez, y realizada en colaboración con la Fundación Pakito Arriarán.
«La declaración de alto el fuego definitivo por parte de ETA, el cese de la lucha armada, se produjo el 20 de octubre. Ese cambio de carácter estratégico fue el resultado de un amplio debate», cuenta el dirigente proetarra para el canal sudamericano.
«Nosotros llevábamos un montón de años trabajando en Euskal Herria por la soberanía de este país y la creación de un Estado vasco y socialista. Durante años, esa estrategia tenía un componente de lucha armada, que la llevaba ETA. Después de 30-40 años, empezó una reflexión en la izquierda abertzale en la que se establecía que había que cambiar de estrategia para seguir avanzando», continúa.
Tras esto, Álvarez, que está procesado en la Audiencia Nacional por el sumario de las herriko tabernas, en la que se investiga la financiación de Batasuna y ETA a través de estos locales, habla de para qué ha servido el terrorismo y su encaje en la actual estrategia para alcanzar la independencia.
«Se había conseguido que por parte del Estado español toda la política de asimilación de los vascos y de aniquilación del movimiento independentista y socialista no se llevara a cabo. La resistencia en ese sentido funcionó –en alusión al empleo del terrorismo-, pero estábamos convencidos de que con la resistencia no íbamos a alcanzar nunca la meta. Decidimos que había que hacer un cambio de carácter estratégico», explica.
«Ese cambio fue debatido por todas las bases y tuvo como consecuencia el 20 octubre del año pasado la declaración unilateral por parte de ETA de que se abandonaba definitivamente la lucha armada. Se abandonaba uno de los instrumentos que la izquierda abertzale había tenido en sus manos durante los últimos 40 años, un instrumento de lucha que efectivamente causó también mucho dolor en este país pero también fue consecuencia de la política del Estado», añade.
Desarme y equiparación de víctimas y victimarios
El dirigente de Batasuna enumera también una lista de requisitos que deberían cumplir España y Francia para que la banda terrorista entregue sus armas. «En el aspecto técnico también entra lo que aquí denominaríamos como la fase ‘fuera la fuerzas de ocupación’. El desarme de ETA tiene que traer también el desarme de la otra parte. Las policías francesas y españolas, los tribunales especiales –en alusión a la Audiencia Nacional y la situación de los presos –en alusión a su total excarcelación», señala.
En esta línea exigen la creación de una «Comisión Internacional de la Verdad para que hagan un estudio de todo lo que ha pasado en este país». Es decir, la creación de un grupo de trabajo que adultere la historia y elabore un relato alternativo a cincuenta años de terrorismo para que los crímenes de ETA pasen a la historia difuminados, creando una situación de empate entre los terroristas y el Estado de Derecho.
Por último, apuesta por la elaboración de un «mapa del dolor en Euskal Herria para decir ‘mira, esto es lo que ha pasado en cincuenta años’, hay que aclararlo todo y asumirlo y poner las medidas correctoras necesarias para que no se vuelva producir». Es decir, crear un mapa en el que se equiparen a víctimas y victimarios.
LIBERTAD DIGITAL, 20/10/12