LA RAZÓN, 6/9/11
Sigue las órdenes de los terroristas y puntualiza que la banda no tiene intención de disolverse
No ha tardado mucho la llamada «izquierda abertzale» (Batasuna) en cumplir las consignas de la «dirección» de ETA, emitidas, tal y como adelantó LA RAZÓN en su edición de ayer, por Iratxe Sorzábal, considerada como la máxima cabecilla de la banda criminal.
En una rueda de prensa celebrada en Bilbao para conmemorar el primer año de alto el fuego, los dirigentes «batasunos» Txelui Moreno, Niko Moreno, Tasio Erkizia y Miren Legorburu, pidieron al Gobierno que «aborde la legalización de Sortu y la liberación de los presos».
No hay disolución
Moreno rechazó también, como se indicaba en la comunicación de Sorzábal, los emplazamientos que se hacen a ETA para que desaparezca. Ofreció, a cambio, que se «verifique» el alto el fuego. Este individuo fue mucho más allá, y explicó, de manera pública, lo que tienen que negociar el Gobierno y la banda: «La voluntad expresada por ETA para la superación definitiva de la confrontación armada permite abordar un proceso para acordar todo lo relativo a la liberación de los presos, la vuelta de los refugiados y el desmantelamiento de las estructuras militares de la organización».
Es decir, todo lo que indicaba Sorzábal en nombre de la «dirección» de la banda: no hay disolución y lo que se exige es una nueva negociación en la que se trate el asunto de los presos y los que viven en la clandestinidad; y se den los pasos para que el País Vasco, con la anexión de Navarra, pueda emprender un proceso de secesión de España.
Según Moreno, durante el último año, ETA ha mostrado su «voluntad de abrir un proceso para la superación definitiva de la confrontación armada», mientras que la «izquierda abertzale» ha adoptado la iniciativa de que «la estrategia independentista sólo puede desarrollarse por vías políticas y democráticas».
Independencia y presos
En el habitual lenguaje críptico, para no llamar a las cosas por su nombre, subrayó que todo ello ha permitido «construir un nuevo escenario político con las condiciones suficientes para encarar un proceso de soluciones definitivas y democráticas al histórico conflicto político». Que, traducido, significa que el triunfo de Bildu les permite encarar un proceso de negociación con los demás partidos y con el Gobierno (le corresponde a ETA) en mejores condiciones que antes. El objetivo final: la independencia y la salida de los presos.
Críticas al Gobierno
El dirigente «batasuno» aseguró que el Gobierno español «no ha dado ni un solo paso en la dirección constructiva» y «ha intentado condicionar la apuesta política de la izquierda abertzale con ilegalizaciones, detenciones y torturas». Insistió en que ETA ha dado «unos pasos concretos y determinados», al igual que la izquierda abertzales y ahora falta que la «otra parte, que no ha dado ningún paso, dé los pasos suficientes para verificar que esto es así y los pasos que se vayan a dar sean irreversibles para un futuro de paz y normalización».
A este respecto, hizo un llamamiento al PSOE y al PP de abandonar «la pretensión belicista de establecer fotos de vencedores y vencidos». Consideró «interesante» que el Gobierno diera los pasos y llegase a acuerdos con el PP en esta materia. Preguntado por si darán pasos concretos en reconocimiento a las víctimas, los dirigentes «batasunos» señalaron que están trabajando en ello «internamente», ya que no pretenden hacer una utilización de las víctimas.
Camacho insiste en que es el fin
El ministro español del Interior, Antonio Camacho, destacó ayer que ETA está «en sus últimas fases de vida activa», al tiempo que recordó a la banda que un año después de anunciar el cese de acciones armadas tiene «pendiente» asumir «el sinsentido de la violencia» y abandonar definitivamente las armas. En una rueda de prensa ofrecida junto a su homólogo francés, Claude Guéant, con quien mantuvo su primera reunión en París, Camacho agradeció a Francia y a sus fuerzas de seguridad la cooperación con España en la lucha contra el terrorismo. «Fruto de ese trabajo, estamos con una banda más debilitada que nunca y en sus últimas fases de vida activa», aseguró. Respecto al aniversario del cese de «acciones armadas ofensivas», dijo que, mientras no haya un abandono definitivo e irreversible de las armas, seguirán trabajando «con el mismo empeño».
LA RAZÓN, 6/9/11