ABC, 13/6/12
La «izquierda abertzale» y los «mediadores internacionales» necesitan a la banda para mantener la teoría de la negociación como vía única para resolver «el conflicto»
ETA no se plantea su disolución. Así lo constatan sendos informes de la Guardia Civil y del Cuerpo Nacional de la Policía que están ya a disposición del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz. Pero, en un momento como el actual, en el que Batasuna impone a la banda su estrategia, ¿qué hubiera ocurrido si Rufino Exteberria, con más de 30 años de siniestro historial sobre sus espaldas, hubiera instado a los inexpertos David Pla, Iratxe Sorzabal e Izaskun Lesaka, a la disolución de ETA? Cuando se propuso, junto a Otegi y Díaz Usabiaga, imponer la ponencia «Zutik Euskalherria», que planteaba la apuesta por las «vías exclusivamente políticas» para colarse en las instituciones, en detrimento de la estrategia «político militar» (alternancia de atentados con ofertas-trampa), sí convenció a los cabecillas etarras.
En los contactos mantenidos a lo largo de los últimos tres años, las Fuerzas de Seguridad del Estado no han interceptado una sola comunicación, ni han incautado un solo documento, en el que la «izquierda abertzale» haya pedido a la banda criminal que se disuelva. Antes al contrario, según fuentes de la lucha antiterrorista consultadas por ABC, de las comunicaciones intervenidas se desprende que le ha instado a que se mantenga como organización, porque desde el momento en que desapareciera de forma incondicional, saltaría por los aires la estrategia del «proceso democrático», esto es, de la negociación. ¿Negociar para qué, si no existe ya la amenaza de una ETA dispuesta a regresar a la actividad criminal? Los herederos de Batasuna no se conforman con haber desembarcado en las instituciones. Ni siquiera con ocupar Ajuria Enea. Quieren imponer la negociación como «hoja de ruta» para lograr la independencia del País Vasco, con la anexión de Navarra, y para ello necesitan el chantaje de una banda, que no asesine ya, pero que siga al acecho.
ETA, «organización política»
Pero si a la «izquierda abertzale» no le interesa la disolución incondicional de ETA, tampoco le conviene al grupo de Brian Currin, porque, en ese caso, terminaba su papel de «mediación en el confluicto político vasco». Por ello, el abogado sudafricano declaraba recientemente que no era conveniente la desaparición inmediata de la banda, ya que entonces no habría quien gestionara la reinserción de sus presos.
Así pues, la banda terrorista lo tiene muy claro. «ETA no desaparecería, continuaría como Organización política dentro de la izquierda abertzale, hasta que otro tipo de situación y debates digan lo contrario». Así lo dejaba escrito en el documento «Proceso Democrático» -ProDem- la actual «hoja de ruta» de la banda.
ABC, 13/6/12