Daniel Portero, LA RAZÓN, 29/3/12
Y continúa la cantinela abertzale para presentar a Arnaldo Otegi como candidato a lendakari para las próximas elecciones de 2013. En el periódico proetarra Gara han desplegado toda la artillería para exigir al Poder Judicial que no aplique la Ley. Y algunos como el actual lendakari, Patxi López, hacen de palmeros y alaban la figura de Otegi como «hombre de paz» y predican al pueblo vasco sobre las bondades de un terrorista en grado dirigente como lo es este individuo. Está claro que el primer damnificado del síndrome de Euskokolmo, por no decir Estocolmo, es el tal López. Ya se nos ha olvidado que en el caso Bateragune quedó demostrado que ETA lanzó su penúltima ofensiva fagocitadora de la política vasca porque lo único que siempre le ha importado a ETA es controlar el llamado «frente institucional», es decir, a Batasuna y sus herederas.
Ya ni me sorprende ver a políticos amorales como Patxi López o Íñigo Urkullo que decían «respetar al máximo las sentencias judiciales», como fue la legalización de Bildu por el Tribunal Constitucional hace menos de un año y, sin embargo, se rasgaban las vestiduras cuando condenaban al juez Garzón argumentando que la Justicia no podía dictar sentencias tan «injustas». Es decir, para estos políticos, la clase burguesa oteguista y otros tantos, la Justicia debe ser como un chicle. Cuando me interesa estiro el chicle y cuando no me interesa pues, simplemente, no. Suerte tenemos que aún el Tribunal Supremo no es sólo competencia del magistrado Joaquín Jiménez, conocido por sus votos particulares continuamente discordantes respecto a ETA y su entorno. Gracias a la Justicia, existen muchos magistrados en el alto tribunal que aplican y no interpretan la Ley y la Jurisprudencia y, por todo ello, Otegi y sus burgueses amigos continuaran en la cárcel, viendo con envidia, como otro de los suyos se alza con el poder en Euskadi en 2013.
Daniel Portero, LA RAZÓN, 29/3/12