EL CORREO, 21/9/11
La teniente de alcalde de Bilbao sustituye a Bildarratz gracias al pacto entre PNV, PSE y PP en una asamblea en la que Bildu optó por la abstención
No hubo sorpresas. La concejala del PNV y teniente de alcalde en el Ayuntamiento de Bilbao Ibone Bengoetxea fue nombrada ayer presidenta de la Asociación de Municipios vascos, Eudel, gracias al acuerdo suscrito entre la formación jeltzale, el PSE y el PP. Bengoetxea, que obtuvo el 92% de los apoyos -486 de los 525 votos emitidos- en la asamblea general celebrada en Durango, recibió la ‘makila’ de manos de su antecesor, Jokin Bildarratz, convirtiéndose así en la primera mujer en liderar este órgano institucional desde que se fundó en 1982.
Presidenta
El cónclave, al que asistieron 139 de los 251 alcaldes, siguió el guión preestablecido. El pacto a tres bandas suscrito por PNV, PSE y PP, el primero en contra de Bildu al que se suma el partido de Iñigo Urkullu, permitió a los jeltzales conservar la presidencia de Eudel y cerrar una ejecutiva compuesta en exclusiva por los partidos firmantes.
De los quince cargos que conforman la dirección del órgano, nueve quedaron en manos del PNV, cuatro son para los socialistas y dos para los populares. Así, la vicepresidencia primera recayó en el alcalde de Irún, José Antonio Santano (PSE), y la segunda, en el de Vitoria, Javier Maroto (PP). El acuerdo fijó también las candidaturas a las comisiones territoriales. La plancha que presentaron los independientes, encabezada por el alcalde de Abadiño, José Luis Navarro, apenas arañó 29 votos. No obstante, contará con dos representantes en las comisiones de Bizkaia y Álava.
El pacto tripartito suscitó duras críticas por parte de Bildu, que se vio fuera de la cúpula de Eudel pese a ser la fuerza con mayor número de concejales en Euskadi. La coalición abertzale asistió a la asamblea, si bien optó por abstenerse en la votación, a modo de protesta por una alianza que consideraron que responde a «intereses partidistas», reiteró ayer el alcalde de Tolosa, Ibai Iriarte.
Los representantes de Bildu afirmaron «anteponer el debate sobre lo que debería ser Eudel al reparto de cargos». En este sentido, mostraron su «total disposición» a revisar el actual «modelo» de gestión de la asociación, que, según censuraron, tiene «un marcado carácter político» en lugar de «dar salida a las necesidades de los municipios».
La crisis y la Ley Municipal
La coalición independentista quedó fuera del acuerdo suscrito entre PNV, PSE y PP -reclamó para sí la presidencia como requisito para sumarse al mismo- y rechazó a posteriori presentar candidatura propia. El alcalde de Santurtzi, el jeltzale Ricardo Ituarte, lamentó ayer que Bildu cometiera el «error» de «autoexcluirse» de la ejecutiva. No obstante, aseguró que su partido trabajará para intentar acercar a la coalición «a la realidad» de la asociación. «Tenemos muchos problemas en los ayuntamientos como para prescindir de una de las sensibilidades políticas que tiene este país», apostilló.
En esa misma línea se pronunciaría minutos después la nueva presidenta de Eudel. Bengoetxea optó por un discurso conciliador en el que apeló a la unidad como fórmula para garantizar el correcto funcionamiento de la institución. «Debemos intentar hacer los deberes entre todos, y yo lo voy a intentar», afirmó. La máxima dirigente de la Asociación de Municipios Vascos añadió que su apuesta pasa por «trabajar por los intereses de las diferentes localidades», una labor que dijo asumir «desde la responsabilidad y el compromiso».
Bengoetxea se refirió a retos como la Ley Municipal, cuya reforma compete al Gobierno vasco, subrayó la necesidad de «ser realistas» y «mantener siempre el consenso». El PNV ya ha anunciado su intención de recurrir la propuesta del Gabinete de López ante la Comisión Arbitral. La presidenta de Eudel abogó, asimismo, por revisar las funciones de los ayuntamientos de cara a «evitar duplicidades» y poder «reducir el gasto manteniendo los servicios». Y, por último, un deseo: que ETA desaparezca. «Queremos mirar hacia delante, hacia la paz», concluyó Bengoetxea.
EL CORREO, 21/9/11