DIARIO VASCO, 22/3/12
Preguntará a los contribuyentes guipuzcoanos si desean relacionarse sólo en euskera con la administración
La Diputación de Gipuzkoa, gobernada por Bildu, aprovechará la campaña de la renta para elaborar un censo «voluntario» de ciudadanos vascoparlantes que, según los responsables de la institución foral, pretende dar una respuesta adecuada a quienes desean «vivir en euskera y tienen todo el derecho a hacerlo». La iniciativa, no obstante, levantó ayer polvareda en la comisión de política lingüística de las Juntas guipuzcoanas, donde compareció el máximo responsable del Ejecutivo foral, Martin Garitano, junto al director de Euskera de la institución, Zigor Etxeburua, para responder a las preguntas del PSE guipuzcoano sobre una medida que, según creen los socialistas, como mínimo debe ser objeto de algunas aclaraciones.
Ya en septiembre, cuando Bildu avanzó someramente la intención de crear un registro de euskaldunes, se encendieron las luces de alarma en el grupo juntero socialista. Su portavoz, Rafaela Romero, exigió por escrito al Ejecutivo foral explicaciones sobre la finalidad del proyecto, ya que, de lo contrario, «quedaría de manifiesto» la voluntad de Bildu de «catalogar a la ciudadanía». El PSE cree que la iniciativa «tiene que ver mucho con regímenes totalitarios de espeluznante recuerdo».
Ayer, tanto Garitano como Etxeburua se esforzaron en detallar en qué consistirá la medida y, sobre todo, en criticar la intención «perversa» que, a su juicio, albergan quienes han fruncido el ceño o han preguntado, como hizo el PSE, en qué situación quedarían los castellanohablantes. Ese objetivo no sería otro, según Bildu, que infundir «sospechas» en la ciudadanía sobre la actuación de la Diputación en el fomento del idioma vasco.
Según explicaron ayer los responsables forales, el polémico censo se confeccionará a partir de las respuestas que «voluntariamente» emitan los guipuzcoanos a dos preguntas que se formularán en un recuadro incluido en el impreso de la declaración del IRPF de 2011. La Diputación abrirá esta campaña la próxima semana. Los contribuyentes podrán optar por marcar con una ‘x’ si desean que las comunicaciones con Hacienda se realicen exclusivamente en euskera y si quieren que esta opción se extienda a todos los departamentos de la Diputación.
Con esos datos en la mano, argumentaron el diputado general y el responsable de Euskera, el Ejecutivo foral podrá «garantizar los derechos» de quienes quieran «vivir» exclusivamente en lengua vasca, a pesar de que, en la actualidad, las comunicaciones de las administraciones públicas con los ciudadanos vascos ya se realizan, por norma, en los dos idiomas oficiales. A juicio de Bildu, la elección de relacionarse con las instituciones en euskera ha estado hasta ahora «llena de impedimentos» en Gipuzkoa, el territorio con mayor porcentaje de vascoparlantes, más de la mitad según los últimos datos del Gobierno vasco. Una andanada de la izquierda abertzale al PNV, que ha gobernado este territorio hasta el pasado año y que ya impulsó un decreto para regular el uso social del euskera en la administración. Pese a todo, Etxeburua insistió en que es necesario poner «todos los instrumentos y medios» al alcance del ciudadano para hacer efectivo ese derecho.
«Instrumento político»
A partir de ahí, los responsables forales y el PSE se dedicaron a echarse en cara supuestas filtraciones a la prensa de las respuestas que la Diputación dio en su momento a los socialistas sobre el controvertido registro. Los miembros de Bildu consideraron «ofensivas e inadmisibles» las insinuaciones de los socialistas sobre las reminiscencias «totalitarias» de la iniciativa. El portavoz del PSE, Eneko Andueza, por su parte, negó categóricamente que su grupo pretenda utilizar el euskera como «instrumento político» y consideró que es precisamente la Diputación quien lo hace. «Eso es un error», lamentó Andueza, que reprochó a Bildu su «perversidad» al acusarles de «estar en contra del euskera».
DIARIO VASCO, 22/3/12