La coalición reitera que la presencia de «gente armada» entorpece el trabajo municipal y «espanta a los ciudadanos»
A regañadientes. El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Andoain, encabezado por la alcaldesa de Bildu, Ane Carrere, escenificó ayer el acatamiento del acuerdo alcanzado para permitir que los guardaespaldas de los concejales de PSE y PP verifiquen la seguridad de la Casa Consistorial antes de que entren sus protegidos, para después abandonar el edificio y esperarles en el exterior.
Pero por boca de la concejal Ainara Rodríguez mostró su convencimiento de que la medida era innecesaria, porque en su opinión la Policía Municipal «es suficiente para garantizar la seguridad», a pesar de reconocer que en la localidad guipuzcoana «al igual que en toda Euskal Herria, ha habido y sigue habiendo violencia de todos los colores y mucho sufrimiento».
«La decisión de convivencia» adoptada con los seis ediles socialistas y la única popular está encaminada a dar «un paso hacia la normalización», indicó Ainara Rodríguez, que calificó la apuesta por el diálogo y el consenso «como la mejor herramienta para hacer política». No obstante, Bildu de Andoain mantiene firme su convicción de que la presencia de «catorce escoltas dando vueltas por las dependencias municipales, entorpece la vida diaria del Ayuntamiento, acrecienta la inquietud de los trabajadores y espanta la los ciudadanos». Rodríguez sostiene que no se puede permitir que, «como ha venido sucediendo en los últimos años, las instancias estén repletas de gente armada que ocupa el Consistorio».
Bildu se reivindicó capaz de «no caer en provocaciones y arreglar estos desencuentros de modo satisfactorio, gracias a la voluntad de entendimiento entre las partes». No por ello los representantes locales de la coalición abertzale perdieron la oportunidad de denunciar que los desencuentros han sido incendiados «de modo interesado». ¿Por quién? Según Rodríguez, han sido los medios de comunicación quienes «han encendido y avivado artificialmente la polémica estéril» surgida tras la adopción de una medida «correcta y adecuada». En objetivo, denunció, es «dar una imagen desfigurada» de Andoain, que no corresponde con la «normalidad y tranquilidad» que vive el pueblo.
Con la alcaldesa en silencio a su lado, la concejala Rodríguez, que ayer se erigió en portavoz, quiso asimismo aclarar el veto a los guardaespaldas en ningún caso pretendía constituir «un castigo político» a los concejales de PSE y PP y que se adoptó a partir de que el Ministerio del Interior anunciara que los riesgos que los políticos amenazados por ETA habían disminuido.
Escoltas protestan
Algo que consideran incierto los escoltas. Su asociación en el País Vasco cree que el riesgo permanece y dice que en su seno existe mucha inquietud por el caso del municipio guipuzcoano, ya que estima «insuficiente que a partir de ahora un guardaespaldas solo pueda entrar en el Ayuntamiento para examinar la zona en la que estará el protegido». De esta forma, «no se puede garantizar la seguridad».
Recuerda asimismo que «muchos políticos han sufrido agresiones en el interior de los consistorios vascos» y, por ello, reclama «se aplique el sentido común en situaciones de indefensión manifiesta como la que se vive en Andoain», con cuya alcaldesa ha solicitado reunirse para hablar sobre un acuerdo que, «hasta que se elabore el correspondiente protocolo, tiene carácter provisional», aclaró Bildu.
EL CORREO, 2/7/11