En Bildu tienen que estar muy seguros de hacerse con la makila de Guipúzcoa, porque ya han comenzado a descorchar el champán. ¿Un brindis para celebrar por adelantado su llegada al poder en Guipúzcoa y su capital?.
La coalición independentista invitó ayer en el Kursaal donostiarra a la sociedad civil para presentarles las líneas maestras de su programa de gobierno. No se buscaba atraer a los principales representantes de la economía del país, ni a los primeros espadas del mundo académico, cultural o deportivo, según los convocantes. Se trataba de reunir a agentes sociales de base. Por eso, entre los 150 asistentes había más mochilas que corbatas (solo cuatro).
Bildu tuvo la ocasión de desgranar sus promesas electorales durante la pasada campaña, pero ha esperado a que hayan pasado dos semanas desde las elecciones del 22-M para presentar públicamente la que será su hoja de ruta si logra gobernar en Guipúzcoa. La apuesta por la paz y la normalización política, la lucha contra el paro, las mejoras sociales, la defensa del meido ambiente, del euskera, la apuesta por la igualdad de la mujer y la participación ciudadana serán las señas de identidad que distinguirán sus siglas. Así lo proclamó su líder, el periodista Martín Garitano, a la sazón candidato a diputado general de Guipúzcoa.
Proclamó ante el auditorio el compromiso «prioritario» de Bildu de «implicar a la Diputación de Guipúzcoa en el logro de la paz, la democracia y la normalización política» de Euskadi. Y reclamó «la desaparición definitiva e incondicional de todo tipo de acciones violentas, incluidas amenazas, presiones, persecuciones, detenciones y torturas contra toda persona por razón de su actividad o ideología».
Su discurso de cuatro folios y medio fue seguido atentamente por representates de la ilegalizada Batasuna, como Rufi Etxeberria, Joseba Permach, Karmele Aierbe o Iñigo Balda; los alcaldes de ANV de Hernani, Pasaia y Usurbil. También asistieron, entre otros, el secretario general de EA, Pello Urizar; el coordinador de Lokarri, Paúl Ríos; el director general de BBK, Juan María Sáenz de Buruaga; el presidente de Euskaltzaindia, Andrés Urrutia, el futbolista de la Real Sociedad de los ochenta Inaxio Kortabarria, quien rechazó jugar con la selección española, y el catedrático de Derecho Internacional de la UPV Juanjo Álvarez.
Apelando al «nuevo tiempo político» que han alumbrado las elecciones del 22-M con la irrupción de los independentistas en las instituciones vascas, Garitano anunció que defenderá la existencia de «una comunidad nacional que tiene derecho a decidir», en el que «todas las personas y todos los proyectos políticos, sin exclusiones, sin amenazas, deben formar parte del debate y de la toma de decisiones». «No podemos perder el tiempoen conseguir este objetivo histórico», añadió.
Garitano explicó que una de sus prioridades consistirá en «dar una salida» a los 46.000 parados que hay en Guipúzcoa y en «garanbtizar los derechos sociales de todos los ciudadanos». Bildu impulsará un debate social sobre las grandes infraestructuras previstas mediante la celebración de referendos y consultas populares. «Asi lo haremos con la incineradora [de basuras] de Zubieta», dijo. Esta coalición quiere poner en marcha un departamento de la igualdad, impulsará el uso del euskera y dará protagonismo a la sociedad civil mediante mecanismo de participación ciudadana.
EL PAÍS, 7/6/2011