Bildu esgrime la ikurriña contra Felipe VI

· Cataluña y País Vasco concentraron ayer las iniciativas políticas contestatarias a la proclamación de Felipe VI, procedentes principalmente de las formaciones de izquierda independentistas. El alcance de unas y de otras fue, no obstante, muy limitado.

En el País Vasco, la izquierda abertzale encabezó la crítica política a la proclamación del nuevo Rey y aprovechó la presencia en Madrid del lehendakari, Iñigo Urkullu, para atacar un supuesto servilismo del PNV hacia España. Así, inició su escenificación colocando en el escaño vacío de Urkullu en el Parlamento vasco una ikurriña que inmediatamente fue retirada por los ujieres de la Cámara por orden de la presidenta, Bakartxo Tejeria (PNV).

Minutos después, cuando el reloj marcó el mediodía, los 21 representantes del grupo parlamentario de EH Bildu abandonaron el pleno del Parlamento vasco al grito de «gora euskal errepublika!» («¡Viva la república vasca!»). Lo hicieron para manifestarse, entre ikurriñas y banderas de Navarra, contra el nuevo jefe del Estado. El presidente de Sortu, Hasier Arraiz, lamentó que Felipe VI continúe, según él, con el régimen que el dictador Francisco Franco dejó «atado y bien atado», aunque auguró que tanto Cataluña como Euskal Herria se «desatarán» tarde o temprano.

En San Sebastián, Bildu no logró el objetivo que se había propuesto de llevar al Ayuntamiento la protesta por la proclamación de Felipe VI. El Consistorio ni siquiera secundó la convocatoria de la formación abertzale de paralizar la actividad a mediodía para concentrarse ante las instituciones, como sí hicieron en otras administraciones. El único gesto de protesta visible era una ikurriña que ondeaba en el balcón de Alcaldía y los únicos concentrados fueron los medios de comunicación que aguardaban a cubrir el acto. Fuentes del Gobierno municipal afirmaron desconocer el origen de la convocatoria, a pesar de que había partido de Bildu, la formación que lo sostiene.

En la Diputación, por contra, el Gobierno foral sí paralizó su actividad durante un cuarto de hora en respuesta a la llamada del partido. Tampoco tuvo seguimiento el llamamiento realizado por la coalición abertzale para que los ciudadanos colocaran ikurriñas en los balcones de sus viviendas para reclamar la república vasca libre y protestar por la coronación de Felipe VI, que suscitó indiferencia en la capital guipuzcoana, donde apenas unos bares retransmitían la ceremonia por las televisiones.

En el caso de ayuntamientos como el de Sopelana, todos los concejales de Bildu, acompañados de representantes de diferentes organizaciones y asociaciones, así como vecinos, secundaron una concentración en la escalinata del Consistorio en favor de la República en la que exhibieron ikurriñas y banderas independentistas catalanas.

En Cataluña, las juventudes de ERC (JERC) y de ICV (JEV) realizaron ayer dos actos simbólicos contra la proclamación de Felipe VI. Ante decenas de militantes, las JERC taparon la placa de la avenida del Príncipe de Asturias de Barcelona con un cartel con la inscripción «avinguda de la República Catalana». Esta misma formación realizó actos similares en otras poblaciones catalanas, sustituyendo nombres de calles relacionadas con la Monarquía por la misma inscripción de «República Catalana».

Las JERC significaron así su oposición a la proclamación de Felipe VI con esta acción simbólica, que tenía como finalidad demostrar que los jóvenes de la formación republicana se sienten totalmente desvinculados de la Monarquía española.

Joves d’Esquerra Verda-JEV desplegaron una bandera republicana alrededor del monolito situado en la plaza de Joan Carles I, en pleno centro neurálgico de Barcelona, y que fue instalado durante la Segunda República. De esta forma protestaron contra el «acto de imposición» que consideran que es esta proclamación del nuevo Rey.

Los militantes de la formación ecosocialista vienen reclamando desde que se comunicó la abdicación del Rey Juan Carlos que los ciudadanos tienen derecho a elegir el modelo de Estado, en un momento en el que el pacto constitucional de 1978 está roto, a su entender.

Ambas iniciativas se llevaron a cabo por la mañana coincidiendo con los actos institucionales de la proclamación de Felipe VI y fueron secundadas básicamente por los militantes de las dos formaciones políticas de izquierdas y algún transeúnte que se sumó a los actos.

EL MUNDO – 20/06/14