EL MUNDO 22/02/13
· Varios alcaldes colocan la enseña nacional junto a las banderas de las nacionalidades que viven en el municipio para salvar el requerimiento judicial de hacer ondear la rojigualda.
Para no tener que tragar con la bandera española que los tribunales están imponiendoles, los ayuntamientos de Bildu están ideando todo tipo de tretas y argucias que les permitan ocultar la rojigualda y salvar la legalidad al mismo tiempo.
El Consistorio de Lizarza, en Guipúzcoa, abrió la veda al colocar en 2011 una minibandera en una ventana lateral próxima al techo junto a la ikurriña y la enseña local. Fue su manera de dar cuenta del imperativo judicial que le obligó a cumplir con la Ley de Banderas. Pero esta artimaña no ha sido suficiente y ahora Bildu ha dado con la fórmula para hacerla aún más imperceptible: colocar en la fachada de la Casa Consistorial la enseña española, de escaso tamaño, junto a las banderas de los países que representan las diferentes nacionalidades que conviven en el municipio.
De este modo, logran que la rojigualda sea inapreciable al confundirse con el resto de banderas (llegan a ser hasta una treintena) mientras acatan supuestamente el requerimiento «de obligado cumplimiento» de la Abogacía del Estado de que la enseña nacional ondee en el Ayuntamiento para no tener que afrontar unas consecuencias legales que abarcan hasta la inhabilitación. La ikurriña y la bandera del municipio aparecen por partida doble, ya que también ondean aparte, de forma visible, con sus oportunas medidas para darlas realce.
Con esta calculada postura, la coalición abertzale busca esquivar la Ley 39/1981 que regula el uso de banderas, que no recoge nada acerca de las dimensiones que debe tener la enseña nacional (sólo establece que las restantes banderas no podrán tener mayor tamaño). Incluso, los ayuntamientos de Bildu intentan colocar la rojigualda en la posición central de todos los banderines para cumplir con la ley. En todo caso, esta actuación incumple el artículo 6.1, que establece que «la bandera de España ocupará siempre lugar destacado, visible y de honor», y el 6.2, que determina que deberá ir en un «lugar preeminente y de máximo honor» si se utilizan otras enseñas.
Vergara va a ser el último municipio guipuzcoano de corte abertzale en sumarse a esta estrategia que ya han puesto en práctica otras localidades como Escoriaza, Placencia de Armas o Irura. El Gobierno local, conformado por Bildu y Aralar, ha llamado a los vecinos de otras nacionalidades y comunidades para que remitan una petición con el fin de que su bandera sea visible.
El Ayuntamiento ha realizado este emplazamiento a través de su página web. Dado que debe hacer ondear la enseña nacional por «obligación», argumenta que «los habitantes procedentes de otros países también tienen derecho a que su bandera nacional esté visible» en la «casa de todos los bergareses». Para «denunciar esta imposición» y homenajear a la ikurriña, «único símbolo que este Ayuntamiento reconoce como propio», el Gobierno local ha organizado para mañana un acto de tributo a la bandera de Euskadi. No será el único municipio vasco en celebrar un acto similar este fin de semana, ya que Lequeitio (Vizcaya) ha convocado el domingo una marcha contra la bandera española.
Eskoriatza fue el municipio que impulsó esta postura, en noviembre, cuando colocó 26 banderas correspondientes a las nacionalidades que residen en la localidad. Su ejemplo fue seguido por otras localidades como Placencia, cuya alcaldesa, Hiart Arluziaga, vio en esta medida la fórmula ideal para acatar una «imposición que nos revuelve las tripas». Desde mediados de noviembre, en el Consistorio ondean 30 banderas, que quedan relegadas a un segundo plano ante las enseñas de Placencia y la ikurriña, de mayores dimensiones, que cuelgan en la fachada lateral.
Ibazeta, al banquillo por sus amenazas.
La Sala Penal de la Audiencia Nacional ha confirmado que Josetxo Ibazeta, el asesor personal que le puso Bildu al alcalde de San Sebastián, se sentará en el banquillo por un posible delito de amenazas terroristas cuando increpó -«os voy a pegar dos tiros», «gora ETA militarra»- a hinchas de la selección española que celebraban la Eurocopa.
EL MUNDO 22/02/13