LA RAZÓN, 19/8/11
La coalición no condena en el Parlamento navarro el enaltecimiento del terrorismo perpetrado
MADRID- Bildu parece hacer oídos sordos a las peticiones que le llegan desde instituciones y asociaciones para que dé un paso más y pida a ETA que abandone las armas. De hecho, cada vez son mayores las muestras que la coalición abertzale da en favor de la banda armada. La última acción ocurrió ayer en Navarra, cuando todos los partidos del Parlamento, excepto Bildu y Nabai, aprobaron una declaración institucional de condena a los actos que tuvieron lugar el pasado 10 de agosto en Leiza, donde se celebró una manifestación en favor de los presos etarras en el transcurso de las fiestas del pueblo.
Aunque los actos ya fueron condenados por el Gobierno de Navarra, ayer la mayoría de partidos también quisieron dejar clara su posición de repulsa a este tipo de actuaciones firmando una declaración en la que «condenan y rechazan los actos de apoyo a los presos de ETA y el enaltecimiento del terrorismo llevados a cabo el 10 de agosto en Leiza», además de posicionarse al lado de las víctimas añadiendo un segundo punto a la declaración en la que muestran su «solidaridad, apoyo, respeto y reconocimiento a las víctimas del terrorismo».
El Ayuntamiento de Leiza, gobernado por Bildu, acogió unas fiestas populares donde las celebraciones proetarras inauguraron los festejos tras el tradicional «chupinazo». A continuación, se sucedieron diferentes escenas en las que se reivindicó como mujer trabajadora a la presunta etarra Jone Lozano, detenida en marzo, y en las que se pudieron contemplar carteles con lemas como «no estamos todos» y fotografías de presos vascos. Incluso se brindó en honor a los presos.
La condena del Parlamento navarro tiene lugar sólo ocho días después de que el alcalde bildutarra de San Sebastián, Juan Carlos Izagirre, invitara a varios colectivos del ámbito de los Derechos Humanos a una recepción en el ayuntamiento, entre los que se encontraba la asociación de familiares de ETA, Etxerat.
Bildu y Nabai también quisieron acordarse ayer de los familiares de etarras cuando los nacionalistas navarros presentaron una enmienda ante la Cámara en la que proponían modificar el segundo punto ya citado, en el que mostraban su solidaridad con las victimas de ETA, por el «apoyo y respeto de todas las víctimas de todas las violencias y todos los sitios» y que sólo contó con el apoyo de Bildu y Izquierda-Ezkerra.
Parece que la promesa que manifestó Juan Carlos Izagirre durante el acto con las asociaciones de Derechos Humanos de «hacer cuanto haga falta para que estas heridas se cierren poco a poco» está lejos de cumplirse.
La respuesta de Bildu ante la condena del Parlamento navarro ha sido la de acusar a PSOE y UPN de «generar una cortina de humo y criminalizar y enrarecer el clima normalizado que existe en Leiza», en palabras de su portavoz parlamentario, Maiorga Ramírez. Por su parte, UPN se ha defendido a través de su portavoz, Carlos García Adanero, que aseguró que es «bueno» poder «mostrar nuestro rechazo y pedir el fin del terrorismo» mientras que Juan José Lizarbe, portavoz del PSOE navarro ,manifestó que firmar esta declaración es «oportuno» ante «una lamentable manipulación de estas características».
Pero aunque el Parlamento navarro ha condenado los actos en las fiestas de Leiza, las escenas en favor de los presos de ETA se suceden. Un ejemplo es el que desvelaba LA RAZÓN el pasado día 16, cuando anunciaba que dos casetas que tienen prohibida su instalación durante las fiestas de Bilbao, «Kaskagorri» y «Txori Barrote», no sólo serán levantadas sino que la primera de ellas tiene previstos varios actos a favor de los presos etarras. No es el único caso: los primeros en abrir la veda de este tipo de celebraciones fueron siete concejales de Bildu del pueblo de Astigarraga que incluyeron en su programa de fiestas dos homenajes a presos.
Las instituciones comienzan a tomar posiciones y, además de las condenas, son muchas las voces que empiezan a «advertir» a Bildu de su comportamiento erróneo. Las más significativas fueron las declaraciones del ministro de la Presidencia Ramón Jáuregui que aseguró que los gestos de la coalición con los presos de ETA «no me gustan» y «no cumplen sus funciones institucionales». Estas manifestaciones del ministro surgieron a raíz de otro de los actos de Bildu en favor de los reclusos etarras cuando el diputado general de Guipúzcoa, Martin Garitano, aprovechó las fiestas de San Ignacio para pedir el fin de la dispersión.
LA RAZÓN, 19/8/11