EL CORREO – 10/09/14
· Los jeltzales y Sortu se reúnen durante casi tres horas en Sabin Etxea para continuar el diálogo «normalizado» que retomaron en julio.
El PNV y Sortu retomaron ayer el diálogo político «normalizado» que comenzaron a restablecer en julio pasado, aunque, a dos días de la Diada catalana y a una semana del referéndum de independencia escocés, la relación entre ambas formaciones abertzales se ve inevitablemente condicionada por la sombra de los procesos soberanistas en ciernes. No en vano, y aunque tanto la izquierda abertzale como los peneuvistas destacaron el tono «positivo y constructivo» –pese a las lógicas «discrepancias»– de la reunión que mantuvieron ayer en Sabin Etxea, EH Bildu convocó en paralelo una comparecencia para intentar arrastrar a los jeltzales a una eventual «unidad de acción» nacionalista ante la más que posible prohibición judicial de la consulta catalana del 9 de noviembre.
La partida de ajedrez entre el nacionalismo institucional y la izquierda abertzale, que disputarán su particular batalla por la hegemonía mirando a Edimburgo y a Barcelona, ha comenzado. Mientras el presidente del EBB, Andoni Ortuzar, y el burukide Joseba Aurrekoetxea mantenían un largo encuentro de casi tres horas en Sabin Etxea con el líder de Sortu, Hasier Arraiz, y Rufi Etxeberria, los principales rostros de EH Bildu emplazaban al PNV a articular «una respuesta conjunta de país» a la «negación e intransigencia del Estado español» al impugnar en el Constitucional, como ya ha anunciado, la ley de consultas que aprobará el Parlament, sin dejar margen a Mas para convocar formalmente el plebiscito del 9-N.
La presión de Bildu para articular un frente soberanista del que el PNV huye crecerá, sin duda, a medida que el torrente de acontecimientos se precipite. Como subrayaron ayer Pello Urizar y Maribi Ugarteburu, «no es hora de especular». «Frente al ‘no’ al acuerdo y a la alternativa democrática, debemos activar una respuesta democrática clara y sostenida, sin excusas», emplazaron, conscientes de que el llamamiento pone en un incómodo brete a un PNV que apela al pactisimo inherente al modelo escocés y rehuye cualquier vía unilateral que, como la catalana, conduzca irremediablemente al choque de trenes con Madrid.
Frente a la declarada intención de Sabin Etxea de mantener su pausada hoja de ruta hacia el nuevo estatus, que deja de momento el debate en manos de la ponencia parlamentaria de autogobierno, Bildu trata de hacer calar la idea de que cualquier apelación al acuerdo con Mariano Rajoy está condenada al fracaso y esconde, en realidad, falta de «voluntad real» para recorrer el camino hacia el ejercicio del derecho de autodeterminación. Para Bildu, no hay dos vías contrapuestas, como pretende hacer ver al PNV para alejarse del avispero catalán, sino distinta respuesta de los Estados.
Ruptura y unilateralidad
De hecho, ése fue el ‘recado’ que Arraiz dejó para Andoni Ortuzar en una entrevista en Radio Euskadi minutos antes de sentarse frente a frente en la sede central jeltzale. «Abonarse al pactismo es decir que no tienes voluntad de hacer ese camino», interpretó, convencido de que la ‘vía vasca’ pasa necesariamente por la «ruptura» y por la «unilateralidad». Para Arraiz, hablar de pacto con el Estado a estas alturas, visto lo visto en Cataluña y la firmeza de Rajoy a la hora de cegar todas las salidas a Artur Mas, solo puede interpretarse como «ganas de disimular» la falta de empuje para iniciar un proceso en pos del derecho a decidir. «El ‘no’ a Cataluña es un ‘no’ a Euskal Herria», enfatizó Arraiz, que apostó por «no dejar solos» a los catalanes en este momento en el que desde Esquerra se habla ya de acogerse a la desobediencia civil para sacar las urnas a la calle.
La izquierda abertzale desplegará, de hecho, en los próximos días una amplia batería de iniciativas para simbolizar el liderazgo que reivindica en el campo soberanista: enviará nutridas delegaciones –de siete y nueve dirigentes, respectivamente– a Edimburgo y Barcelona frente a los tres burukides jeltzales que acudirán a ambas citas, registrará mociones de apoyo a los referendos catalán y escocés en todos los ayuntamientos de Euskadi y Navarra, hará ondear la bandera escocesa en los consistorios donde gobierna y abrirá una ronda de contactos políticos para recabar apoyos con los que «hacer frente» a la anulación de la consulta catalana.
La izquierda abertzale se volverá a ver las caras en breve plazo, por lo tanto, con el PNV. La cita de ayer no tenía ningún propósito concreto, sino que se cerró como continuación natural de la que mantuvieron los mismos interlocutores el pasado 24 de julio y con la que dieron por concluida una larga etapa de seis meses de incomunicación tras discrepar en público sobre el final de ETA y el papel de los presos. Aquel encuentro sirvió para «restablecer puentes», disipar desconfianzas y emplazarse para una segunda reunión, que se produjo ayer, aunque las cúpulas del PNV y Sortu apenas desvelaron detalles sobre la cita.
Solo apuntaron que sirvió para abordar la «situación política vasca» –tanto en la vertiente de la paz y la convivencia como en la del autogobierno– con especial atención a los procesos de Escocia y Cataluña. El debate, en tono «constructivo», habría permitido, según el PNV, constatar que ambas fuerzas mantienen «visiones políticas diferentes» y, según fuentes de Sortu, compartir también los posibles próximos pasos para la definitiva «resolución del conflicto» y sus consecuencias.
EL CORREO – 10/09/14