DIARIO VASCO, 21/9/11
Elorza rehúsa reunirse por ahora en la Casa de la Paz con el abogado, como hará Izagirre. Los mediadores tratarán en privado sobre la verificación del alto el fuego de ETA, la legalización de Sortu y la última sentencia del caso Bateragune
Bildu arropará de forma institucional el trabajo de los mediadores internacionales. Será la primera vez que una institución, en este caso el Gobierno de San Sebastián, ofrece al Grupo Internacional de Contacto que lidera el abogado sudafricano Brian Currin un apoyo expreso como el que hoy ofrecerá el gabinete de Juan Karlos Izagirre en la Casa de la Paz de Donostia, donde ambos mantendrán un encuentro.
Según ha podido saber este periódico de fuentes de diferente signo, la reunión personal con el primer edil donostiarra no será la única que mantendrá el experto en mediación de conflictos sino que Currin aprovechará el encuentro privado con el resto de integrantes del GIC en Euskadi para interesarse por el proyecto que el Ejecutivo municipal quiere desarrollar en la Casa de la Paz. Al parecer, al abogado le gustaría conocer el grado de «consenso institucional» y la opinión de los exregidores sobre la idea que Izagirre y su equipo tienen para convertir este emblemático lugar en un centro de referencia para la paz y los derechos humanos, aunque con matices diferentes a los que planteó el anterior equipo de Gobierno y la comisión municipal de Derechos Humanos en los inicios del proyecto.
Por esta razón, el alcalde de Bildu invitó a principios de semana a los exregidores, con quienes ya mantuvo una reunión para tratar sobre este asunto, a conversar con Currin a lo largo del día de hoy.
Al parecer, a la cita acudirán, por separado, los exalcaldes Ramón Labaien y Xabier Albiztur. Pero Odón Elorza, que sí tiene interés en mantener una conversación con el experto en mediación en conflictos, prefiere encontrarse en otro lugar de la ciudad, incluso ofreció su casa, hasta que la Comisión de Derechos Humanos debata y apruebe la cesión de la Casa de la Paz al GIC como sede de reuniones.
Así lo manifiesta Elorza en la respuesta escrita que ayer a mediodía remitió a Izagirre. En la carta, a la que ha tenido acceso DV, el exalcalde muestra su disposición a entrevistarse con Currin e incluso afirma que le «parece bien» que dentro de los usos o servicios de la Casa de la Paz se incluya la presencia del GIC siempre que -advierte- «no se vacíe de otros contenidos o fuera objeto de un uso político partidista» que no cuente con un respaldo mayoritario de la corporación donostiarra.
«Consideraciones» a Izagirre
Pero Elorza asegura que no quiere adelantarse a esa mayoría y utilizar dicho recinto antes de que se convoque a la Comisión de Derechos Humanos, que precisamente está previsto que se reúna esta tarde por primera vez. En este sentido, el exregidor dirige a su sucesor algunas «consideraciones», entre las que destaca en primer lugar que es «partidario de acelerar el proceso» para «construir la paz y la convivencia» tal y como, según dice, ha «luchado» durante su larga etapa como alcalde.
Y recuerda, en segundo término, que el proyecto de Casa de la Paz puesto en marcha hace un año «mereció tu descalificación» durante la última campaña electoral y fue «rechazado por la antigua Batasuna». En su carta, Elorza defiende el origen de esta iniciativa y el documento fundacional que «contó con la aprobación de todos los grupos» de la anterior corporación municipal, incluidas EA y Alternatiba ahora en Bildu y, en el caso de la segunda fuerza, hasta el pasado mayo dentro del Ejecutivo de Elorza.
En esa comisión, insiste el exalcalde, se debatían e informaba sobre todo tipo de iniciativas o actos relacionados con la paz, las víctimas, la memoria o los derechos humanos. «Y entiendo -añade textualmente- que debiera ser dicha comisión la que debata sobre tu intención (en alusión a Izagirre) de ceder la Casa de la Paz como sede» del GIC, y «me parece incorrecto que yo me adelante y me reúna en ese lugar».
Así las cosas, Elorza, que a última hora de ayer desconocía si finalmente podría mantener el encuentro con Currin, a quien le gustaría explicar su opinión «sobre el actual proceso de paz, la situación de las víctimas y de los presos y la prioridad en lograr la efectiva desaparición de ETA». Para el exregidor socialista, que actualmente forma parte del equipo de asesores a los que ha recurrido el lehendakari Patxi López para elaborar su plan de paz, sería importante trasladar al abogado sudafricano el sentir «de esta ciudad de paz» y sus propuestas para «acelerar» el final de la violencia, un tema en el que defiende con uñas y dientes su dedicación y «resistencia democrática ante los violentos».
Para el dirigente del PSE «existen muchas fórmulas» para avanzar y, en su opinión, Bildu y los dirigentes de la izquierda abertzale, como incluso el propio Otegi, pueden «ayudar» con «avances en sus declaraciones y una ruptura definitiva con el pasado, pidiendo a ETA que deje las armas y haciendo gestos inequívocos hacia las víctimas».
Otros encuentros
Se produzca o no esta reunión, que puede extenderse también a algún otro dirigente político, el objetivo prioritario de Currin y el resto de expertos internacionales es compartir y analizar en privado la actual situación política y contrastar informaciones sobre el alto el fuego de ETA, es decir, la verificación en la que están trabajando.
Según fuentes consultadas, este intercambio de pareceres y datos, que quiere celebrarse de forma discreta, es la razón principal de esta nueva visita del GIC a Euskadi, antes de que en los próximos meses emita su primer informe sobre la situación en ETA y su avance o no hacia el abandono definitivo de la violencia.
DIARIO VASCO, 21/9/11