ABC 10/09/13
Gritos y pancartas de Alde Hemendik (fuera de aquí) contra la visita de Jorge Fernández
El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, llegó puntual al cuartel de la Guardia Civil de Leiza, situado en una casa llamada Maxurrenea. Durante el trayecto a lo largo del pueblo pudo ver murales y pancartas de Independentzia, Maxurrenea Herriarentzat (Maxurrenea para el pueblo), Sozialismo, PreS.O.S, Etxera (a casa), Alde Hemendik (fuera de aquí)… etcétera.
La Benemérita se queda «Si a algunos no les gusta, que lo sepan: la Guardia Civil va a seguir en Leiza, porque Leiza es Navarra y Navarra es España» Pendientes de ETA «El Estado no baja la guardia, el Estado no está en suspenso y seguimos localizando terroristas»
Son pancartas que en cualquier lugar llamarían la atención. En localidades gobernadas por Bildu es lo más habitual. De hecho, a pesar de que la visita del ministro es algo novedoso, en el pueblo no ha aparecido ninguna pancarta o pintada nueva. Tan sólo unos pequeños carteles con el lema «Jorge Fernández Díaz, no eres bienvenido» anunciaban el acontecimiento.
Por eso mismo, por la difícil situación que viven los agentes de la Guardia Civil en localidades como Leiza, el ministro del Interior quiso acercarse hasta este acuartelamiento, situado a escasos 400 metros de la plaza principal de la localidad. Jorge Fernández Díaz destacó con especial énfasis «la labor que estos agentes realizan día a día en defensa de España y sus libertades en este rincón de nuestra patria, donde la Guardia Civil siempre estará presente al igual que en el resto del territorio nacional».
Además de la satisfacción de recibir al titular del Interior y sus felicitaciones, los agentes escucharon la buena noticia de que se mantendrá el plus salarial por peligrosidad que vienen recibiendo. Porque la convivencia en localidades gobernadas por Bildu, y más en bastiones como Leiza, no es fácil ni agradable.
Diez años más
De hecho, el ministro anunció que el próximo 1 de octubre se renovará el alquiler de Maxurrenea por un periodo de 10 años más. Porque, según declaró «si a algunos no les gusta, que lo sepan, que la Guardia Civil va a seguir en Leiza. Porque Leiza es Navarra y Navarra es España y el Estado tiene que estar presente también en Leiza».
En este sentido, el ministro recordó que la casa cuartel de Leiza —localidad que no alcanza los 3.000 habitantes— ha sufrido hasta seis atentados, en los que fueron asesinadas tres personas, entre ellas un guardia civil en 2002 mediante una bomba trampa y un concejal de UPN un año antes, en 2001, José Javier Múgica. De hecho, el hoy presidente del Gobierno, Mariano Rajoy asistió al funeral de aquel edil y ayer trasladó a través del ministro un saludo expreso y afectuoso para la localidad.
Pero no hay que olvidar que Leiza, una de las localidades más bellas de Navarra está gobernada por Bildu. Y el poder que tienen los radicales en el pueblo es fuerte. No obstante, un agente recordaba que «cuando alguno de ellos se pierde en el monte, lo primero que hacen es llamar a la Guardia Civil para que vayamos a rescatarles».
Pese a todo, la denominada «izquierda abertzale de Leiza» había convocado una «reunión» en la plaza del Ayuntamiento para mostrar su rechazo a la visita del ministro y la presencia de la Benemérita en la localidad. Y cumplieron con la convocatoria. Eso sí, con poco seguimiento. Alrededor de 80 personas se concentraron tras una pancarta de Alde Hemendik (Fuera de aquí), aunque con el alcalde a la cabeza. La idea era reivindicar que se fuera la Benemérita coincidiendo con el final del arrendamiento del edificio donde se ubica la casa cuartel.
Los «reunidos» trataron de iniciar una manifestación, pero a los pocos metros fue paralizada ya que no contaba con los permisos pertinentes. Una vez identificados y advertidos de la ilegalidad del acto, los organizadores optaron por dividirse en grupos de 19 personas, el número máximo declarado por la ley para no ser considerada concentración. La imagen rozaba el esperpento. Cuatro grupitos distribuidos en una recta de 200 metros. Aguantaron, sin decir nada, hasta que se aburrieron o les entró hambre.
A Intxaurrondo
Una vez finalizada la visita, el ministro del Interior continuó hacia San Sebastián, donde esta mañana visitará las instalaciones de Intxaurrondo, uno de los pilares fundamentales de la lucha contra el terrorismo a lo largo del medio siglo de existencia de ETA.
Fernández Díaz mostró su incredulidad ante la continuidad de los asesinos. «No tiene sentido que una vez que han dicho que definitivamente han dejado la actividad terrorista no se disuelvan. Por eso el Estado no baja la guardia, el Estado no está en suspenso y seguimos localizando, deteniendo y poniendo a disposición de la Justicia a personas que tienen cuentas pendientes por su integración o vinculación con la organización terrorista».