ABC, 8/8/11
Intenta anticiparse a las primeras tensiones que han surgido entre los pragmáticos y los atrincherados en el discurso de la barricada
Los promotores de Bildu se han visto forzados a planear una campaña de «reciclaje» para convencer a los más ortodoxos de la «izquierda abertzale» que la gestión de la Diputación de Guipúzcoa y ayuntamientos como el de San Sebastián requiere un ajuste táctico, aunque sea coyuntural, porque desde las instituciones también se puede hacer «confrontación con el Estado». Intentan, así, frenar las primeras tensiones entre ortodoxos y pragmáticos y, además, acabar con la sucesión de «fiestas» y «procesiones», en palabras de Joseba Egibar, en las que están inmersos unos cargos electos bildutarras «paralizados» ante la responsabilidad de afrontar los problemas del día a día.
Los impulsores de la coalición vaticinaban buenos resultados, conocedores de que en tiempos de «tregua» es cuando la «izquierda abertzale» logra sus techos electorales. Pero aún así, no habían imaginado semejantes registros, especialmente los que han propiciado su desembarco en la Diputación de Guipúzcoa y el Ayuntamiento de San Sebastián. Problablemente, de haber augurado estos resultados, los encargados de confeccionar las candidaturas habrían colocado como cabeza de lista para la Diputación guipuzcoana a algún batasuno más preparado técnicamente que el mediático Martín Garitano. Por ello, a la hora de constituir su gobierno foral, el ex redactor jefe de «Gara» y «Egin» se vio obligado a recurrir a algunos técnico, cuando hubiera preferido que todas las carteras estuvieran en manos de individuos con marcado «perfil político».
Garitano y el alcalde donostiarra, Juan Carlos Izagirre, admitieron, en las reuniones que los responsables de Bildu celebraron tras el 22 de mayopara analizar la nueva situación, estar sorprendidos por los resultados. Así las cosas, los dirigentes de la ilegal Batasuna, que siguen controlando toda la estrategia institucional de Bildu, se han sentido forzados a improvisar el diseño de la citada campaña de adoctrinamiento para explicar que las altas responsabilidades adquiridas en las urnas obligan a hacer algunos «sacrificios» que «la izquierda abertzale siempre ha estado dispuesta a asumir en interés de Euskalherria», según se expone en una circular interna. En la misma, se alude a que el «ciclo institucional en el que ahora entra la izquierda abertzale propiciará la consecución de un estado vasco». Las fuentes consultadas subrayan que se trata de una maniobra con la que los bildutarras quieren que sus cargos electos salgan de su actual parálisis y, además, cortar las primeras tensiones entre los ortodoxos y los posibilistas sobrevenidos.
Maniobra táctica
Los mismos medios aclaran que no hay una «conversión de los batasunos a la democracia», sino una argucia estratégica para mantener su poder en las instituciones y blindarse ante una posible ilegalización futura. Una muestra de cómo a Bildu le ha cogido por sorpresa su entrada triunfal en la Diputación de Guipúzcoa y el Ayuntamiento de San Sebastián han sido las largas que sus responsables institucionales han dado para no comprometerse a acudir a homenajes de víctimas de ETA. No tenían preparado un «guión» y tratan de ganar tiempo porque, por una parte, la banda les prohíbe participar en esos actos, pero, por otra, se ven presionados a ir ya que su ausencia avala la hipótesis de la ilegalización.
Lo cierto es que la militancia del MLNV ha mantenido hasta ahora, salvo excepciones, una cohesión interna, ya que una ETA operativa ha impuesto la disciplina y la «izquierda abertzale» se ha sentido cómoda en el escenario de la confrontación. Ahora, la banda no tiene capacidad y los herederos de Batasuna deben pasar de la barricada al despacho, pero no encuentran cómo.
La campaña de «reciclaje» se iniciará en Guipúzcoa. «La “izquierda abertzale” ha pecado de centrarse casi en exclusiva en los grandes retos de Euskalherria, el derecho a decidir, la resolución del conflicto, la imposición represora de los estados español y francés y ha descuidado otros asuntos no menos importantes, del día a día. Dar prioridad a estos no supone aparcar las reformas para un Estatuto Nacional, el proceso democrático… Y mucho menos renunciar a estos objetivos irrenunciables. Dar prioridad al día a día acelerará la creación del estado socialista vasco», señala la citada circular. Sin embargo, las fuentes consultadas auguran que con el tiempo aumentarán estas contradicciones internas en Bildu.
La sucesión de provocaciones en la que han entrado los cargos institucionales de Bildu, como el apoyo a los presos de la banda, la ofensa a símbolos constitucionales y la instrumentalización de las fiestas patronales. Se entiende, por tanto, como una «excusa» para no afrontar el día a día de la gestión, ante el temor a que se ahonde en las tensiones internas. Y, al mismo tiempo, como un intento de compensar a quienes tienen nostalgia de ETA desde que se retiró a los «cuarteles de invierno» y a esos «borrokalari» que se han quedado en paro tras el «ERE» de la tregua.
ABC, 8/8/11