EL MUNDO 09/12/14
· Los informes técnicos censuran las ayudas de Garitano, diputado general de Guipúzcoa
La reciente revelación de que la Diputación de Guipúzcoa (Bildu) concedió una subvención de 100.000 euros a la asociación de municipios vascos de la izquierda abertzale, Udalbiltza, para sufragar la realización de varios proyectos a lo largo de este año, a pesar de contar con el rechazo del Servicio de Intervención y Auditoría de la Hacienda Foral, es la última evidencia de una política de ayudas directas marcada por el amiguismo y el oscurantismo.
El Ejecutivo de Martin Garitano ha convertido en práctica habitual desdeñar los informes de fiscalización internos, donde se determina que no existen criterios objetivos para justificar las cuantiosas ayudas directas que viene concediendo. Además, el Gobierno foral se niega a informar a los grupos de la oposición sobre determinadas subvenciones con respuestas que están lejos de la marcada transparencia de la que sus dirigentes hacen gala.
A raíz de la polémica subvención de 100.000 euros que otorgó a la película Lasa y Zabala, el PNV solicitó información por escrito sobre los proyectos audiovisuales subvencionados en los años 2011, 2012, 2013 y 2014. La respuesta de Garitano le deja en evidencia: «Entre los años 2011 y 2014, la Diputación de Guipúzcoa ha subvencionado decenas de proyectos audiovisuales», zanja sin aportar ninguna concreción. Tampoco responde a la pregunta de si ha realizado alguna convocatoria pública para conceder estas ayudas y los motivos de esta actuación, en caso de no haber sido así. Esta ausencia de información del Gobierno de Bildu, cuando no es falta de respeto en sus respuestas –la portavoz foral, Larraitz Ugarte, llegó a contestar por escrito a una interpelación del PNV para conocer cómo se costearía el segundo cinturón de San Sebastián con que esta carretera se «pagará con dinero, como todas las cosas»–, ha motivado que la oposición haya pedido amparo en multitud de ocasiones en las Juntas Generales. De hecho, hay preguntas para su respuesta por escrito registradas en el Parlamento territorial a principios de año que siguen sin obtener respuesta por parte del Ejecutivo de Garitano.
Cuando los grupos tienen acceso a los expedientes de las polémicas y elevadas subvenciones directas, se constata que éstas son dadas con el rechazo previo del Servicio de Intervención y Auditoría. En su informe de fiscalización suele afirmar que los motivos que esgrime el Gobierno foral «no justifican por sí solos la concesión de una subvención directa».
La norma foral de subvenciones dispone que con carácter excepcional se pueden conceder de forma directa aquellas ayudas en las que «se acrediten razones de interés público, social, económico y humanitario u otras debidamente justiciadas que dificulten su convocatoria pública», circunstancias que no concurren en las partidas otorgadas por el Gobierno foral.
El caso más significativo es el de la ikastola Xalbador de Cambo-les-Bains, en el País Vasco francés, a la que concedió en 2013 ni más ni menos que 600.000 euros (a razón de 200.000 euros por tres años) a pesar de ser consciente de que esta ayuda no estaba justificada para sus auditores.
La subvención fue recurrida por la Abogacía del Estado a instancias del delegado del Gobierno en Euskadi, Carlos Urquijo, que está a la espera de que los tribunales determinen la legalidad o no de una ayuda a un centro educativo ubicado en otro país.
Toda la oposición ha denunciado la utilización de fondos públicos por parte del Ejecutivo de Bildu para «beneficiar a sus amigos». A la vista de las pruebas, acusan a Garitano de que «está dispuesto a todo por favorecer a los suyos» en vez de preocuparse en dar respuesta a los «problemas reales» de los ciudadanos. La subvención a Udalbiltza fue concedida por el Consejo de Gobierno foral del 29 de julio, el último antes del periodo vacacional, y estaba destinada a sufragar los costes correspondientes al presente año de cuatro proyectos.
Así, la Diputación sufragó un plan para impulsar el «desarrollo local y la cohesión en las zonas de Euskal Herria menos desarrolladas», y que afecta a un área prioritaria conformada por «103 municipios de los Pirineos», o el programa Euskal Herria Sendotzen, encaminado a fomentar proyectos estratégicos en campos como la educación, la lengua, la cultura, el patrimonio o la diversidad social.
También recibió dinero de las arcas públicas el proyecto de Udalbiltza Ikerbitza, encaminado a conformar una red entre el alumnado y el profesorado que posibilite las investigaciones en el camino de «la construcción nacional», así como una aplicación informática que ofrece a los ciudadanos e instituciones datos de forma permanente y actualizados sobre la situación de EuskalHerria en materia de «equilibrio económico, condiciones de vida y sociales, servicios o identidad».
Para conceder estas ayudas de manera directa, el Ejecutivo de Garitano defendió que era necesario apoyar este tipo de proyectos dada su «importancia singular», toda vez que la promoción del desarrollo territorial y la cohesión socioeconómica son las «prioridades» de actuación del Gobierno foral. Pero esta argumentación no justificaba la concesión de la subvención, según el servicio foral de Intervención y Auditoría. El informe de fiscalización establecía que en la documentación en la que se sustenta la concesión de la partida –el borrador de acuerdo y el informe del servicio– «no constan los criterios tenidos en cuenta para fijar la cuantía», de modo que «se ignora el porcentaje de financiación de la actividad y, por tanto, si se sobrepasa el coste de la actividad subvencionada». La cuantía concedida a Udalbiltza es la misma que se otorgó a la película Lasa y Zabala y también al filme Amama por su contribución a la «normalización y desarrollo de la cultura vasca».
La cinta aborda «el conflicto generacional, contextualizado en un ambiente rural, y da a conocer una realidad social, económica y familiar a punto de desaparecer, característica de la cultura vasca, como es el caserío», por lo que el Gobierno foral defiende que es «interesante promocionar» este filme. Por su parte, la película que recrea la vida de los dos jóvenes miembros de ETA que fueron detenidos, torturados y enterrados en cal viva por el GAL también ha recibido subvenciones a través de otras líneas de ayudas.