Bildu es desde ayer la fuerza política con mayor poder electoral en el País Vasco. La coalición electoral se hizo con el control de los 74 ayuntamientos vascos en los que obtuvo mayoría absoluta y muchos de los 22 en los que fue la lista más votada.
Entre ellos el de San Sebastián, donde Juan Carlos Izaguirre, un médico de familia, de 48 años de edad y sin experiencia política, arrebató la alcaldía al socialista Odón Elorza, que llevaba 20 años al frente del consistorio. Iñaki Azkuna (PNV), que consiguió mayoría absoluta, será el alcalde de Bilbao, y el popular Javier Maroto de Vitoria gracias al apoyo de los socialistas.
Ni PNV, ni PSE ni PP cumplieron sus promesas previas a la constitución de los consistorios. Los nacionalistas anunciaron que votarían a sus candidatos, tras descartar un pacto a tres que le ofrecieron el PSE y el PP, y estos dos se comprometieron a apoyarse en aquellos municipios donde sumaran mayoría. Sin embargo, en varios ayuntamientos pudieron más las afinidades locales que las instrucciones de las ejecutivas y en otros las rencillas entre ambos bloques facilitaron que Bildu se alzara con la alcaldía.
En la localidad vizcaína de Lanestosa, por ejemplo, Bildu (dos concejales) arrebató la alcaldía al PNV (tres) con el apoyo de los dos representantes del PSE. Los socialista fueron el partido más votado en la importante localidad de Lasarte-Oria (Gipuzkoa), pese a lo cual la coalición abertzale se hizo con el consistorio gracias al apoyo del PNV y de una plataforma de independientes, igual que en Trapagarán (Bizkaia). En Elorrio, el PP apoyó al PNV para desbancar a Bildu, al igual que en Sopelana, pero aquí el empate a siete escaños dio la alcaldía a la coalición abertzale al haber sido el partido con más sufragios.
Tontxu Rodríguez (PSE) mantuvo la alcaldía de Baracaldo, el segundo municipio de Bizkaia, con el apoyo exclusivo de su partido, ya que el PP optó por votar a su candidata, al igual que hicieron PNV, Bildu e IU. Ésta última formación dio a Bildu el importante ayuntamiento de Rentería (el tercero más poblado de Gipuzkoa) tras 28 años de gobiernos socialistas.
Bildu tomó posesión del ayuntamiento gipuzcoano de Lizartza al haber conseguido los siete concejales en liza. Este municipio era gobernado por la alcaldesa popular Regina Otaola, al ser el PP la única fuerza que se presentó en los comicios de 2007. La coalición abertzale se hizo con Lemoa al ser la lista más votada. Había logrado cinco concejales, los mismos que el PNV, y el único representante del PSE que podía inclinar la balanza del lado peneuvista se votó a sí mismo.
Andoain, Orio, Tolosa, Zumaia, y Beasain, todos ellos municipios gipuzcoanos, serán regidos por Bildu. En el primera la coalición abertzale empató a escaños con el PSE (siete), pero el voto en blanco del PNV dio la alcaldía a los primeros al haber sido la lista más votada. En la segunda Bildu gobernará gracias al apoyo de independientes, y en las tres restantes con el respaldo de Aralar. Los abertzales gobernarán también Pasaia, Urretxu, Azkoitia y Zarautz pese a no ser los que tenían más sufragios. Los socialistas mantienen los importantes municipios de Irún y Eibar. Llodio, el segundo enclave más votado de Álava, fue también para Bildu.
El apoyo mutuo entre socialistas y populares funcionó en Ermua (Bizkaia) y permite a Carlos Totorica (PSE) seguir al frente del emblemático consistorio en el que en julio de 1997 fue asesinado el concejal del PP Miguel Ángel Blanco. El alcance del pacto ha sido escaso, ya que solo en doce municipios una u otra fuerza eran las más votadas y podían sumar sus escaños.
En Navarra, Bildu se ha hecho con las alcaldías de las 14 localidades en las que tenía mayoría absoluta, a las que ha sumado tres más: Villava, Alsasua y Batzán. En la primera localidad ha contado con el apoyo de NaBai que, a cambio, ha recibido el apoyo de Bildu para hacerse con la alcaldía de Berriozar.
EL CONFIDENCIAL, 12/6/2011