ABC, 6/7/2011
A requerimiento del resto de fuerzas políticas y con varias horas de retraso, Bildu desempolvó al fin sus estatutos internos, los mismos que cocinó para meterse en las urnas y que hizo firmar a todos sus cargos electos como prueba de su «compromiso de oposición al uso de la violencia».
Mediante una escueta nota escrita a toda prisa, la Diputación de Guipúzcoa mostró su rechazo —no condena— al «ataque sufrido por el monolito» en memoria de quien fue gobernador civil de Guipúzcoa Juan Mari Jáuregui. La coalición admite el destrozo físico ocasionado, pero olvida decir que Jáuregui, dirigente del PSE, fue asesinado por ETA (en el año 2000) y su memoria es ahora ultrajada por su propia condición de víctima. «El Gobierno Foral de Guipúzcoa muestra su rechazo a este hecho, al igual que rechaza todo tipo de acción violenta, independientemente del origen de la misma», dice la nota, repleta de incorrecciones de sintaxis: «Todas la víctimas merecen ser reconocimiento y reparación (sic). En este camino, la reconciliación será un paso fundamental para superar todas y cada una de las consecuencias del conflicto», afirma Bildu, forzada a mover ficha por la realidad y la insistencia de Gobierno, partidos y víctimas.
Bandera nacional en Irún
Para la viuda de Jáuregui y directora de la Oficina de Víctimas del Gobierno Vasco, Maixabel Lasa, la agresión «demuestra que el fanatismo y la intolerancia no han desaparecido» y que Bildu sigue sin asumir su «reflexión moral y política» exigibles ante la violencia. El consejero del Interior, Rodolfo Ares, pidió sin mucho éxito a la coalición una condena «sin matices» al ataque «fascista» que «ofende y humilla» a las vícimas y «evidencia la cobardía e intolerancia» de sus autores y «de quienes los amparan». El PSE registró en Guipúzcoa mociones de condena para que la coalición se retrate. De lo contrario, «nos habrán engañado», indicó el portavoz socialista en Tolosa, José Ignacio Asensio. Bildu replicó anunciando que no apoyará el texto de condena a ETA presentado por el PP en los municipios vascos, ya que «responde a esquemas superados por la mayoría de la sociedad» que no ayudan a «la paz». A cambio, registrarán un texto alternativo.
Sobre el retrato del Rey retirado del Consistorio de San Sebastián, Bildu dice ahora querer cumplir la ley, pero «duda» de la legalidad del lienzo, que cree «preconstitucional» porque refleja al «príncipe de España cuando era heredero de Franco». En cambio, nada dijo sobre la Ley de Banderas, históricamente «pisoteada» en la mayoría de consistorios guipuzcoanos, incluidos varios gobernados por el PSE, que ayer se vio obligado a colgar la enseña nacional en Irún.
ABC, 6/7/2011