EL MUNDO 12/04/13
· La formación pide modificar la política de prisiones en la ponencia de paz.
EH Bildu confirmó ayer, minutos después de finalizar la primera sesión de la ponencia de paz del Parlamento Vasco -tras las enormes dificultades para su puesta en marcha, ayer se constituyó al fin con una breve reunión protocolaria de apenas 15 minutos- los temores que llevaron a PP y a UPyD a ausentarse de este foro parlamentario creado para la gestión del final de ETA y la redacción del relato de lo ocurrido en las últimas décadas en el País Vasco.
La izquierda abertzale, a través de Julen Arzuaga, elevó a asunto de «absoluta prioridad» para la ponencia la modificación de la política penitenciaria y la desactivación de la «violencia» del Estado, cuya última expresión, a su juicio, es la carga policial llevada a cabo por la Ertzaintza en San Sebastián contra quienes se manifestaban en apoyo de los miembros de Segi condenados por la Justicia por pertenencia a la banda.
El PP había dudado hasta el último momento si iba a sumarse o no a los trabajos de la ponencia parlamentaria. Temía que pudiera servir para asumir la agenda de la izquierda abertzale para lo que EH Bildu viene en llamar la «resolución del conflicto político», para hacer de «altavoz» de sus postulados.
Para evitarlo, PNV y PSE-EE, impulsores de este foro, habían pactado con ellos hace unas semanas un documento que se ha venido en conocer como el «suelo ético». Eran las conclusiones que la ponencia alcanzó la pasada legislatura -nunca fueron rubricadas por el adelanto electoral- merced a una leal y discreta negociación entre fuerzas tan dispares como los populares, el PNV, los socialistas, IU o independentistas como Aintzane Ezenarro, expulsados de Aralar -partido socio de la izquierda abertzale- precisamente por apoyar esta ponencia.
Ese «suelo ético» reconoce, entre otros puntos, la necesidad imperiosa de la disolución de ETA, así como que la izquierda abertzale asuma su responsabilidad por haber legitimado la violencia. Ayer mismo, y a modo de guiño, visto que el PP por precaución había optado por no enviar ningún emisario a las primeras sesiones del grupo de trabajo, los representantes de PSE-EE y PNV, José Antonio Pastor y Joseba Egibar, amén de la propia presidenta del Parlamento, Bakartxo Tejeria, trataron de calmar a los conservadores. UPyD ni siquiera se plantea su asistencia y el resto de partidos tampoco se esfuerza en atraer a los constitucionalistas.
Pastor, en primer lugar, aseguró que los socialistas guardarán una silla para el PP y velarán por que la ponencia no desvirtúe «ese magnífico suelo ético» y por que no se «lave la cara» a la izquierda abertzale. Tejeria, por su parte, habló de la importancia de que estén «todos» en la construcción de «bases sólidas» para la paz -al fin y al cabo el PP es el partido de Gobierno con importantes atribuciones como la política penitenciaria-. Egibar, finalmente, explicó que el PNV «espera y desea» contar con los populares, aunque les dejó claro que la paz y la convivencia no llegarán solas, que tienen que poner de su parte y trabajar de modo «proactivo».
Pero Arzuaga pronto se encargó de resquebrajar ese acuerdo. «Tenemos que compartir un mínimo ético no impuesto y acordado entre todos», afirmó. A partir de ahí, fijó como prioridad la citada modificación de la política penitenciaria.
EL MUNDO 12/04/13