LUCÍA MÉNDEZ, EL MUNDO – 07/12/14
· La Constitución cumplió ayer 36 años, pero pocos se atreverían a decir que cumplirá muchos más en su estado actual. La crisis de los 40 le ha llegado con cuatro años de antelación. En el Salón de los Pasos Perdidos se celebró ayer el cumpleaños con un glamour también perdido. De aquellas bulliciosas recepciones de antaño sólo sobrevive intacto el bipartidismo. PSOE y PP llenaron las estancias, mientras el resto de los grupos parlamentarios llenaron las ausencias. Sólo la canaria Ana Oramas, y dos diputados de UPyD soplaron las 36 velas.
Sólo cuatro presidentes autonómicos del PP, Luisa Fernanda Rudi, Alberto NúñezFeijóo, Alberto Fabra y Alberto Garre, se llegaron a Madrid para renovar su compromiso con la Constitución. Ni rastro de los barones del PSOE. Ni rastro de los partidos nacionalistas, ni de IU, ni del Mixto. Los pocos padres que le quedan a la Constitución –Miguel Herrero y José Pedro Pérez Llorca– sí estuvieron.
Con el aroma de la cierta decadencia del sistema que se respira últimamente en todas las celebraciones institucionales, el Gobierno se volcó en la recepción casi al completo. Y derrochando simpatía, además. Soraya Sáenz de Santamaría se fue la última después de conversar sobre la crisis del Estado con veteranos socialistas como Juan Carlos Rodríguez Ibarra o José Luis Corcuera y de hacerse fotos con decenas de personas –la sombra del pequeño Nicolás siempre al acecho–. Cristóbal Montoro se prodigó en su papel de gran animador de fiestas de cumpleaños, Fátima Báñez y Ana Pastor presumieron de gestión, José Ignacio Wert paseó su falta de estrés porque ya nadie se mete con él, Jorge Fernández tuvo mucho que hablar con Fernando Grande-Marlaska y Carlos Lesmes sobre la excarcelación de etarras, igual que Rafael Catalá.
La estrella de la recepción fue el nuevo ministro de Sanidad, Alfonso Alonso. Las alabanzas –merecidas– que ha recibido tras su nombramiento le tienen impactado. La incógnita de quién le sucederá como portavoz parlamentario fue un tema recurrente en los corrillos. Posada apuesta por José Antonio Bermúdez de Castro, otros por Rafael Hernando y se ha colado también el nombre de José Luis Ayllón, secretario de Estado de Relaciones con las Cortes. Él se lo toma a broma. «Algún sorayo se tiene que quedar con Soraya». Rajoy informó que despejará la incógnita el día 16. Si da otra sorpresa, es que lo del cambio de estrategia va en serio.
La llegada de Pedro Sánchez produjo otro momento Penélope Cruz en los Óscar entre un grupo de admiradores que en la calle le gritaron ¡Pedroooo! El líder socialista cruzó de acera para hacerse fotos con ellos y acudió acompañado de su guardia de corps, César Luena y Antonio Hernando, ante quienes se abrieron todas las puertas. Menos suerte tuvo Antonio Pradas, secretario de Política Federal, a quien un ujier desplazó a un salón supletorio. Pradas es el hombre de Susana Díaz en la dirección.
LUCÍA MÉNDEZ, EL MUNDO – 07/12/14