ERC, la CUP y Demòcratas de Catalunya –la escisión soberanista de Unió– quieren repetir el desafío y sus cargos electos municipales trabajarán durante la festividad del Día de la Constitución porque no reconocen la Carta Magna como suya. La iniciativa se llevará a cabo pese a la polémica del pasado 12 de octubre, cuando varios ayuntamientos decidieron abrir sus puertas. El caso más sonado fue el de Badalona, que abrió sus puertas pese a la suspensión cautelar sobre la movilización que dictó un juzgado Contencioso-Administrativo de Barcelona. Mañana está previsto que 50 consistorios repitan la misma acción.
La actuación judicial en Badalona fue a instancias de la Delegación del Gobierno en Cataluña, entonces con Llanos de Luna al frente. La llegada de Enric Millo a la máxima representación del Estado en la autonomía podría servir, sin embargo, para enfriar la polémica en esta ocasión. A diferencia de su predecesora, el nuevo delegado ya puntualizó que no actuará contra los cargos electos que decidan trabajar el Día de la Constitución. Sí lo hará, en cambio, si se obliga a los funcionarios a acudir a su puesto de trabajo.
Los primeros y más categóricos en anunciar que sus cargos electos irían a trabajar el 6-D fue la CUP, que tomó la decisión durante su Asamblea de Electos en Sant Celoni (Barcelona) el 26 de noviembre para coordinar a sus concejales. La formación antisistema hará un llamamiento a sus bases «para que reviertan la jornada de fiesta y la conviertan en el día de inicio del proceso constituyente». ERC, por su parte, anunció que sus cargos electos trabajarán y que los cargos públicos autonómicos «también tendrán su agenda pública». El partido republicano no ha dado una consigna concreta para actuar de una forma determinada durante el 6D: «Cada uno está diseñando su formato. Se han hecho muchas propuestas diferentes».
El PDC, heredero de la desaparecida Convergència, no ha querido concretar si abrirá los ayuntamientos donde gobierna. Su coordinadora nacional, Marta Pascal, sí aseguró que darán libertad de decisión a sus electos para decidir si trabajan o no. También reclamó que los funcionarios queden fuera de cualquier consecuencia que pueda conllevar el proceso independentista, informa Europa Press.
El líder de Demòcrates de Catalunya, Antoni Castellà, anunció también que los 21 consistorios que lideran «abrirán y atenderán a la ciudadanía». Castellà concretó que la decisión afecta a sus electos, y que los trabajadores públicos de los ayuntamientos pueden tomar la decisión que quieran «libremente».
El Ayuntamiento de Barcelona, gobernado por Barcelona en Comú (BComú), vivirá también una situación similar. El primer teniente de alcalde de la capital catalana, Gerardo Pisarello, anunció que trabajará el próximo martes, aunque el consistorio barcelonés estará cerrado: «Los trabajadores del Ayuntamiento no irán a trabajar. Pero yo, personalmente, como Gerardo Pisarello, y los concejales que lo quieran hacer, lo podrán hacer con toda normalidad». El edil asumió también que se trata de un día festivo para los trabajadores del consistorio, pero aclaró que los concejales que lo deseen podrán trabajar con normalidad «como lo hacen cada sábado y domingo».
Los partidos constitucionalistas sí celebrarán la jornada con actos especiales. Ciudadanos (C’s) conmemorará la Constitución en L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona), donde los representantes del partido han sufrido amenazas y ataques a su sede en los últimos meses. Su portavoz llegó a recibir un puñetazo. El partido ofrecerá una arrozada popular y un acto político encabezado por su líder, Inés Arrimadas, en el que está previsto que reivindiquen la Carta Magna y, por otro lado, su reforma. El PP catalán mantendrá la tradicional entrega de constituciones que las juventudes de su formación hacen cada año.
Otro de los protagonistas del día será la plataforma Societat Civil Catalana (SCC), cuyo nuevo líder, Mariano Gomà, reivindicará la Constitución en Badalona, precisamente por los hechos del 12-O.