Ramón Pérez-Maura-El Debate
  • La razón por la que Pilar Alegría está tan nerviosa es porque hay evidencias de que el Parador de Teruel ocurrió lo que se ha dicho. Ella, que sólo era una delegada del Gobierno en Aragón, mucho para un político ascendente, pero nada ante el ministro más poderoso del Gobierno

Ayer, en el primer aniversario de la apertura de la instrucción contra Begoña Gómez, el juez Peinado volvió a Moncloa a interrogar a Félix Bolaños por la contratación de Cristina Álvarez como asesora de Begoña Gómez. Bolaños era entonces el secretario general de la Presidencia y a él correspondía supervisar todas las contrataciones de libre designación. Pero él negó ante el juez su participación en la incorporación que, no obstante, aseguró que fue perfectamente legal. No sé. A mí me parece un poco raro que, si fue legal, ahora Bolaños diga que él no tuvo nada que ver.

Lo que hemos sabido de la comparecencia de Bolaños ante el juez me ha traído a la memoria la abracadabrante rueda de Prensa del pasado martes de Pilar Alegría, portavoz del Gobierno, que una vez más utilizó esa comparecencia tras el Consejo de Ministros para contestar las acusaciones que hay contra su partido y sus componentes. Ella entre otros.

La orgía con prostitutas que supuestamente mantuvo el entonces ministro de Transportes, José Luis Ábalos, en septiembre de 2020 ha sido denunciada desde OKDiario y todo evidencia que es absolutamente cierta. Especialmente por el nerviosismo de la propia portavoz del Gobierno que intenta defenderse diciendo que nadie denunció los hechos. Pues claro que Paradores no denunció lo sucedido. ¿Cómo iba a hacerlo si el presidente de la empresa pública era Óscar López, un hombre entonces en horas bajas —o no tanto, considerando su sueldo— que aspiraba a llegar donde hoy está?

Como es obvio, no sabemos quién le pagó esas prostitutas a Ábalos, a diferencia de Jessica y otras sobre las que ya quedan pocas dudas a estas alturas de que se las hemos mantenido todos los españoles con nuestros impuestos. Por qué será que a lo largo de los años hemos tenido tantos escándalos de izas, rabizas y colipoterras, condimentados con sustancias tóxicas que casi siempre apuntan en la misma dirección política. En todas partes puede haber degeneración moral. Vista con compasión se puede considerar que va unida a la condición humana. Pero esto va mucho más allá de la moral.

La razón por la que Pilar Alegría está tan nerviosa es porque hay evidencias de que en el Parador de Teruel ocurrió lo que se ha dicho. Ella, que sólo era una delegada del Gobierno en Aragón, mucho para un político ascendente, pero nada ante el ministro más poderoso del Gobierno, mano derecha de Sánchez y secretario de Organización del PSOE, una figura clave para cualquier ascenso de Alegría en ese momento, sabía que no estaba en posición de denunciar la orgía. De la que no había testigos porque había muy poca movilidad de ciudadanos de a pie. Y si hubo cualquier daño físico en las habitaciones, ya se ocupó la empresa de ocultarlas. ¿De verdad pretende Alegría que no lo hubo porque nadie lo denunció ante la Policía? Lo que más me enfurece es que nos toman por imbéciles.

Recuerdo bien que, en junio de ese año, el primer fin de semana que se permitió circular, mi mujer y yo nos fuimos al Parador de Soria. Estábamos casi solos. Si eso era en fin de semana, es fácil suponer la presencia de clientes que tenía el Parador de Teruel en septiembre entre semana, cuando todavía había restricciones.

Aquí el problema reside en que Pilar Alegría y Óscar López han sido pillados encubriendo a José Luis Ábalos. El hombre al que se está intentando convertir en el muro de contención de todo el PSOE de Sánchez. Y cuando se ha tenido el poder absoluto que le otorgó el presidente del Gobierno por tener el papel insustituible que tuvo en el ascenso de Sánchez al poder, es normal que tuviera una conexión con toda la merde que rodea al presidente del Gobierno.

Félix Bolaños intenta salvarse en la contratación de Cristina Álvarez y Pilar Alegría intenta desesperadamente salvarse por haber mirado para otro lado en el Parador de Teruel. Normal. ¿Qué va a hacer ella con su vida si este escándalo se la lleva por delante? No dimitirá y Sánchez no la destituirá. Hasta ahí podíamos llegar. Pero habrá más. Atentos a sus pantallas.