EL MUNDO, 15/12/11
El abogado revela que el pasado 6 de diciembre su grupo se reunió en Londres
Mantiene el objetivo de ‘promover, facilitar y agilizar la resolución del conflicto vasco’
Ha anunciado que se esforzará en ‘apoyar y facilitar la promoción de una hoja de ruta’
Pretenden dar pasos para constituir un comité de seguimiento de las recomendaciones de Aiete
El Grupo Internacional de Contacto (GIC), que lidera el abogado sudafricano Brian Currin, cree que ni el Gobierno español ni el francés han respondido «positivamente» a la declaración de ETA de renunciar definitivamente a la violencia.
El GIP, uno de los impulsores de la Conferencia de San Sebastián sobre el final del terrorismo del 17 de octubre, informa en un comunicado de que el pasado 6 de diciembre se reunió en Londres para continuar con su labor de «promover, facilitar y agilizar la resolución del conflicto en el País Vasco».
En ese encuentro, evaluaron los «acontecimientos» ocurridos tras la Conferencia de San Sebastián, como «la declaración de ETA de cese permanente de su actividad armada en los días inmediatamente posteriores».
Para hacer ese análisis, el GIC tuvo «en cuenta» que los gobiernos español y galo «no han respondido positivamente» a la declaración de la banda terrorista y que «las conversaciones para abordar exclusivamente las consecuencias de la violencia no han tenido lugar».
También constataron el «reconocimiento» por parte del futuro presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, de que la renuncia de ETA a la violencia ha sido «un paso importante», y la calificación de«momento verdaderamente histórico» por parte del presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso.
Dice que, asimismo, las elecciones del 20-N han mostrado «la evidencia» de que «sólo los procesos democráticos funcionan».
El GIC ha anunciado que se esforzará en «apoyar y facilitar lapromoción de una hoja de ruta con la cual las personas involucradas en el conflicto del País Vasco puedan resolver sus diferencias».
Destaca que «abordar y reconocer el pasado mediante la comprensión de la perspectiva de las víctimas sigue siendo una preocupación primordial» y que también se esforzará en «apoyar y facilitar las iniciativas destinadas a humanizar la situación actual».
El grupo de Currin considera que «el impulso alcanzado durante e inmediatamente después de la Conferencia Internacional debe ser mantenido» y por ello ha decidido «colaborar con los líderes internacionales» para dar los pasos con el fin de constituir un comité de seguimiento a las recomendaciones aprobadas en San Sebastián, contenidas en la llamada Declaración de Aiete.
EL MUNDO, 15/12/11