El PSOE se ha convertido en el elemento desestabilizador del matrimonio de conveniencia entre Rajoy y Rivera. Los dos quieren su presencia, pero el triángulo provoca que Ciudadanos no salga en la foto en los grandes acuerdos. Al mismo tiempo, la formación naranja se ha puesto del lado de los socialistas para votar contra algunas medidas del PP y dejarlos solos en el Congreso. Ante estas infidelidades políticas, las dos formaciones, ya sin tapujos, muestran su enfado con su socio político.
«Si la gente no es leal con uno, uno entiende que se siente desvinculado de determinadas cosas y busca otros acuerdos», fue como expresó su malestar con Ciudadanos Rafael Hernando, portavoz parlamentario del PP, en una entrevista en RNE. Y defendió, en varias ocasiones, que Ciudadanos «no puede sentirse en absoluto marginado» por el hecho de que el Gobierno pactase con el PSOE. «Nos dejó solos en la votación en el Pleno del día anterior», fue su justificación, en referencia a una votación sobre una moción sobre política energética el día antes de que el Gobierno y el PSOE formalizaran su acuerdo sobre el bono social.
La respuesta desde el partido de Rivera fue igual de contundente. «Nosotros votamos lo que consideramos mejor en cada asunto, no tenemos compromiso con ningún partido», zanjó Miguel Gutiérrez, secretario general del grupo parlamentario de Ciudadanos. Desde hace semanas, los dirigentes de la formación naranja tienen claro que el único compromiso de su partido fue «que Rajoy fuera investido, ahí acabaron los compromisos con los populares». Consideran, por lo tanto, que su misión es vigilar el cumplimiento de las 150 medidas pactadas con el PP en agosto y se siente con plena libertad para votar junto a PSOE y Podemos contra aquellas medidas de los populares que no consideren de su gusto.
Gutiérrez quiso lanzar ayer, en una comparecencia en el Congreso, una suerte de advertencia al PP: «El compromiso de Ciudadanos es hacer que se cumplan las 150 exigencias que hemos firmado con el PP». Esto es, prioridad a las medidas y no al socio con el que se fimaron.
La preferencia del PP por pactar con el PSOE, y la consiguiente pérdida de protagonismo de Ciudadanos, causa cierto malestar en el partido de Rivera, pues fueron los únicos que se mostraron dispuestos a negociar con Rajoy. Como informó ayer este diario, desde el Gobierno se apuesta por calmar a la formación naranja, con la vista puesta en la votación de los Presupuestos, donde pueden necesitar su apoyo. Ayer, Hernando explicó que si Ciudadanos tiene un «disgusto» por su relación con el Gobierno, «también lo tiene el PP», argumentando las veces que se ha visto «aislado» en las votaciones por ellos. «El que se tiene que sentir peor soy yo, el que ve como Ciudadanos decidió iniciar un camino que se alejaba del acuerdo alcanzado».