ABC – 28/07/16
· La Comisión Europea fija nuevas metas fiscales más laxas para nuestro país y para Portugal, que también queda exento de sanción.
· El suspense ha sido más teatral que real y al final la Comisión Europea tomó la medida que se esperaba: en una misma decisión acordó multar a España con un máximo del 0,2% del Producto Interior Bruto, es decir, más de 2.000 millones de euros, y anular automáticamente ese castigo por incumplir el objetivo de déficit en 2015, atendiendo a los esfuerzos que ha prometido hacer el Gobierno de Rajoy.
También ha decidido dar dos años más, hasta 2018, para que nuestro país ponga el déficit público por debajo del 3% a cambio de un ajuste estructural de alrededor de 5.000 millones de euros anuales en 2017 y 2018. El nuevo objetivo es dejar el déficit en el 4,6% este año, el 3,1% en 2017 y el 2,2% en 2018.
En cuanto a los fondos de cohesión, la Comisión se ha comprometido a aplazar el debate hasta efectuar la consulta que ha reclamado el Parlamento Europeo en septiembre, porque esperará para ver la dirección del Presupuesto del año que viene para anular también esta medida, de modo que «los dos países no se vean afectados para nada por esta medida».
Entre las opciones que tenían sobre la mesa, los comisarios han elegido finalmente la más suave, la que denominaron «más inteligente» y que consiste textualmente en que «la multa impuesta a España del 0,2% del PIB por el fracaso en tomar una acción efectiva en respuesta a la recomendación del Consejo del 21 de junio de 2013, queda cancelada». Es decir, en realidad España ha sido multada por violar las reglas del pacto de Estabilidad, o, mejor dicho, por no tomar medidas para evitarlo a pesar de las advertencias, aunque la multa ha sido inmediatamente anulada. Y eso quiere decir que ya hay un precedente jurídico y que en caso de reincidencia puede ser incluso una sanción automática. Pero por ahora el Gobierno puede respirar aliviado.
Diez días
La decisión de la Comisión debe ser ratificada por los ministros de la zona euro dentro de la reunión del Ecofin, pero se trata solo de una aprobación mecánica. Si en un plazo de diez días no ha habido una votación con una mayoría de bloqueo –y no se espera que haya siquiera una convocatoria– queda aprobada. Tanto el Gobierno español como la propia Comisión han sondeado a los grandes países y han constatado que hay un «ambiente muy favorable» a la decisión que se ha tomado y que salva a España y Portugal de la multa.
Las opciones sobre la mesa eran cancelar la sanción a España del 0,2% o imponer una sanción «superreducida» que no fuera anulada. El presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, apoyó esta propuesta con el respaldo de «una gran mayoría» de comisarios, mientras que «solo una minoría» defendió la segunda propuesta.
El vicepresidente del Euro y el Diálogo Social, Valdis Dombrovskis, al que se ha encuadrado entre la minoría que quería mantener una multa simbólica de unos 200 millones de euros, ha justificado la propuesta de cancelar las sanciones a España y Portugal en que ambos países «han consolidado sustancialmente sus finanzas públicas en los últimos seis o siete años y han llevado a cabo reformas estructurales ambiciosas».
ABC – 28/07/16