ABC 16/04/14
· La Comisión reitera que una Cataluña independiente no estaría en los tratados.
Como era de esperar, la Comisión Europea ha vuelto a contradecir las tesis de los independentistas del nacionalismo catalán y en respuesta a preguntas sobre el último informe de los asesores de Artur Mas ha recordado formalmente que las leyes y los tratados europeos se aplican solamente en los países firmantes y que, si Cataluña se separase de España, dichos tratados «dejarían de aplicarse en ese territorio», es decir, que legalmente estaría fuera de la Unión Europea y sería considerada como «un país tercero».
«Si una parte del territorio de un estado miembro cesa de ser parte de ese estado porque se independiza, los Tratados dejarán de aplicarse a ese territorio», ha vuelto a decir el portavoz del Ejecutivo comunitario, Alejandro Ullurzun, que ha leído el mismo texto que el Ejecutivo comunitario repite cada vez que se le inquiere sobre el particular. «En otras palabras –prosigue la declaración de la Comisión–, un nuevo Estado independiente se convertiría, por el hecho de su independencia, en un país tercero respecto a la UE y los Tratados ya no se aplicarían en su territorio desde el día de su independencia».
La declaración se basa en la aplicación del artículo 52 del Tratado de la Unión Europea, que enumera explícitamente los nombres de los países donde se aplica la legalidad comunitaria, actualmente 28, y en el artículo 355 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea, donde además se especifica más concretamente la relación con la UE de los diferentes territorios de ultramar dependientes de los estados miembros.
Poco interés
Ayer, en respuesta a la teoría de los soberanistas de la Administración catalana, explicó que la Comisión ha conocido por la prensa el último informe del llamado Consejo Asesor para la Transición Nacional, pero su contenido no suscita mucho interés: «No tenemos ningún comentario específico sobre este informe».
Al portavoz de la Generalitat esa respuesta no le parecía lo bastante clara, dado que la Comisión también dice que no está hablando de casos concretos, aunque la Generalitat sabe perfectamente que la Comisión renuncia a referirse a un caso concreto, porque son conscientes de las consecuencias políticas que tendría que un gobierno de un país miembro aceptase, siquiera como hipótesis, el caso de la secesión de una parte de su territorio.
Pero, para mejor clarificarlo, el portavoz comunitario ha reiterado que, a pesar de que no se produzca esa petición formal de un análisis jurídico de un caso concreto, es evidente que «escenarios como la separación de una parte de un estado miembro o la creación de un nuevo estado no serían neutros respecto a los Tratados de la UE». Es decir, la respuesta excluye un simple cambalache negociador para hacer frente a la situación creada, como insiste en afirmar el Consejo Asesor de Mas. La posición de la Comisión es también que cualquier nuevo ingreso debe hacerse por la vía ordinaria, es decir, a través de una negociación usando el artículo 49, que prevé la unanimidad de los países miembros, y no el artículo 48, como proponen los independentistas escoceses, a través de una simple reforma de los tratados.
CiU insiste y pide ahora una respuesta por escrito
El portavoz del Gobierno catalán, Francesc Homs, trató de desautorizar ayer a su homólogo en la Comisión Europea, Alejandro Ullurzun, y aseguró que sus advertencias sobre la expulsión de una Cataluña independiente de la UE «no tienen validez», pues «no están por escrito» y no representan la «postura oficial» del club europeo.
Homs insistió en defender el informe del Consejo Asesor para la Transición Nacional, que da apoyo técnico al Gobierno de Artur Mas, según el cual, el Estado catalán permanecería o, como mucho, tendría una adhesión rápida. El también consejero de Presidencia afirma que el criterio que se usará en la UE para tomar una decisión al respecto será «político y económico», y no jurídico. Así opina también el citado Consejo Asesor. Homs probó de su propia medicina, pues tanto el PP catalán como el PSC y Ciudadanos le han desautorizado y, sobre todo, le han instado a «no mentir más» sobre las consecuencias de la independencia de Cataluña.
ABC 16/04/14