Buenas Razones

ALBERTO AYALA, EL CORREO 23/10/13

· Urkullu dispone ahora de dos opciones para pactar sus cuentas en el Parlamento: con el PSE o con UPyD.

· PNV y PP tenían mucho que perder si no cerraban el pacto como para renunciar a él sólo por algunos daños colaterales.

El PNV y el PP eran plenamente conscientes de que tenían mucho que perder y bastante menos que ganar si no alcanzaban un acuerdo presupuestario, siquiera parcial. Pues bien, el pacto ya es una realidad.

El compromiso no colma los deseos del partido de Basagoiti, que hubiera deseado –y ha intentado hasta su encuentro con Ortuzar de la semana pasada– que los jeltzales dieran su plácet a las Cuentas de las dos grandes instituciones que gobiernan, la Diputación de Álava y el Ayuntamiento de Vitoria. Pero es el acuerdo posible y el que se esperaba habida cuenta un dato relevante: que los conservadores no otorgan mayoría absoluta al Gobierno Urkullu en el Parlamento.

Los populares no tenían, pues, más remedio que elegir: Vitoria o Álava, Maroto o De Andrés. Y lo han hecho. El resultado, el pacto de ayer, que se traduce en que la capital alavesa tendrá presupuestos por primera vez en la actual legislatura. El PP devolverá el favor en Bizkaia y hará posible la ratificación de las Cuentas de José Luis Bilbao.

De una a otra foto

Y es que el PNV de Andoni Ortuzar quería evitar a casi cualquier precio que el debate presupuestario en los territorios se cerrara con dos fotografías. En una, Martín Garitano, diputado general de Gipuzkoa, de Bildu, con sonrisa de ganador tras haber conseguido sacar adelante los números de 2013 con el apoyo del PSE. En la otra, los derrotados, Bilbao y De Andrés, con sus presupuestos prorrogados. Con el pacto de ayer, Bilbao se une en la foto a Garitano y Bizkaia, como Gipuzkoa, tendrá un año más sus cuentas en orden.

Pero es que, además, la sintonía entre peneuvistas y conservadores es más que previsible que se extienda al Parlamento vasco. Si así ocurre, Urkullu tendrá garantizados 37 votos a su primer documento económico, uno menos de los necesarios para su aprobación.

Ello deja al PNV tiene dos opciones de lograr su objetivo. Pactar con los socialistas, que han condicionado su ‘sí’ al presupuesto a una reforma fiscal, a la que ahora sí está dispuesta Sabin Etxea tras negarse durante toda la pasada legislatura con el evidente propósito de dificultar las cosas al Gobierno socialista de Patxi López. O hacerlo con el único diputado de UPyD, que solo ha condicionado su plácet a las cuentas a que Urkullu no haga recortes sociales y acepte negociar el actual entramado institucional vasco que se concreta en la LTH.

En el flanco popular es evidente que el acuerdo de ayer supone todo un respiro para el alcalde de Vitoria, Javier Maroto. El diputado general Javier De Andrés es el reverso de la moneda ya que definitivamente se queda sin presupuesto. Eso sí, el PNV –que también se deja mucha autonomía política en la capital– le respaldará para sacar adelante una buena prórroga, bien alejada de las duras exigencias planteadas por PSE y Bildu.

No solo. El partido de Basagoiti fracasó el 22-O en su aspiración a lograr escaños suficientes como para sumar mayoría absoluta con los peneuvistas y aspirar a un pacto más o menos estable con ellos. El acuerdo presupuestario de ayer le mantiene en el centro de la política vasca. Una posición que solo correrá riesgo a corto plazo si los jeltzales entran en pactos con los socialistas, como acarician desde que se lanzaron a gobernar en solitario en minoría.

ALBERTO AYALA, EL CORREO 23/10/13