Ya habíamos comentado aquí la portentosa inquina que nuestras izquierdas están desarrollando hacia la presidenta de la Comunidad de Madrid. Fumario lo explicó así en mi blog: “Hoy le han sacado algo a la pareja de doña Isabel, los que decían que es indigno meter a la mujer del presidente del Gobierno en la trifulca política. No intentes explicarles que al primero se le acusa de delito fiscal cometido antes de ser su pareja. Y a la segunda de cometer delitos con la connivencia y el apoyo de su marido. No lo van a entender. Ánimo, presidenta”. La Fiscalía acusó al novio de Ayuso el 16 de febrero pasado por dos supuestos delitos fiscales y uno de falsedad documental de los años 2020 y 2021, y Ayuso y su pareja lo son desde mediados de 2021.
Marichús: “A mí me parece que en política no todo vale y hay determinados ámbitos, determinadas cuestiones que deberíamos de (sic) preservar y deberíamos dejar fuera del rifirrafe político por el bien de todos y de todas, porque cuando ya empezamos a querer implicar a familiares, a personas ajenas a la vida pública, a la vida política en las tareas que tienen que ver con la dialéctica parlamentaria, pues entonces empezamos a ser extraordinariamente injustos”.
No creamos que la actividad profesional de Nachete Escolar se reduce a publicar las filtraciones que señalan a Ayuso. También es un reputado analista internacional. Fíjate en este implacable testimonio que reproduce: “El sufrimiento añadido de las mujeres de Gaza: “Los ataques israelíes son aterradores, pero lo son más cuando tengo la regla”.
Publicar los datos fiscales de un ciudadano es un delito. También habíamos comentado ya que ‘todo lo que toca Sánchez lo emputece’. ¿Por qué se iban a escapar la Agencia Tributaria y la Fiscalía?
Ayer, en su comparecencia en el Senado se condolía junto a la portavoz de Esquerra de que, por culpa del PP en el Senado se tenga que hablar en español. Como aprecia Froilán I de España: “su discurso es completamente indistinguible del de los independentistas”.
Ya había dado a entender aquí que Patxi López no me parecía el más listo de su clase, pero me quedaba corto. Es también uno de los tipos más indeseables del sanchismo. Su intervención de ayer en rueda de prensa en el Congreso: Como yo no me olvido del dicgo alemán que dice que si en una mesa hay un nazi y diez personas que lo respetan, en esa mesa hay once nazis, quiero manifestar mi desprecio absoluto hacia aquellos que se piuensan que por tener una acreditación de prensa o un carné de periosista pueden ocultar… pueden ocultar su machismo, su racismo, su clasismo o su sectarismo. Son gente que no merece estar aquí ni que se les llame periodista. …(En la pausa se oye un trasteo de sillas; uno creyó que eran periodistas que se marchaban de la rueda de prensa en un arrebato de dignidad. No era así, eran periodistas que se incorporaban, una indignidad que hace juego con la un portavoz parlamentario que insulta a los periodistas que no le gustan y se arroga la facultad de admitir o rechazar a los informadores acreditados por el Congreso)
Yolanda Díaz: “Blindar el derecho al aborto en la Constitución no solo garantiza que nunca más ninguna muera en una camilla clandestina, también representaríamos a una sociedad madura que avanza.” No podría ser más menguada ni entrenándose. A ver cuántas mujeres han muerto en una camilla clandestina en los últimos cuarenta y cinco años. Ya se lo digo yo: cero.
Lupe Sánchez trae, justamente alarmada, la noticia de que la Delegación del Gobierno en Madrid ha otorgado a Dolores Delgado uno de los reconocimientos del 8M “como agradecimiento a su trayectoria profesional y a su lucha a favor del feminismo en España y por la igualdad entre mujeres y hombres”. Recordemos la grabación que hizo Villarejo de aquella comida con ella y con su Balta, en la que la feminista ejemplar dice: Información vaginal, éxito asegurado… Marlasca es maricón… El comisario Enrique García Castaño, el Gordo, dice en un momento dado: «No sé si me iría mejor con Marlaska». Y la feminista Delgado responde: «Porque te gusta y te pone»… a mí que me den tribunal de hombres, de tías no quiero. Y no me llevo mal con las tías, pero de tíos sé perfectamente por dónde van.