Miquel Giménez-Vozpópuli
  • Podemos está en las alcantarillas políticas. Es su ambiente

No retroceden ante nada. Lo peor de la política tiene su encarnación en la estrategia podemita de cara a los próximos comicios. Saben que su tiempo pasó y lo que consiguieron a base de tertulias demagogia barata ha terminado. Su paso por el gobierno los ha dejado como lo que son, señoritingos que usaron la pancarta a ver si alguien accedía a refrescarse en los lavabos. Su partido ha sido una agencia de colocación para novietas, amigachos y personas sin ganas de trabajar.

Las han hecho de todos los colores, han contribuido a que Sánchez se perpetúe estos terribles años en la Moncloa, son partícipes del hundimiento de la economía, de más de mil violadores que están en las calles de nuevo, del desprestigio de la justicia, la Corona, el parlamentarismo, ayuntamientos. ¿Y para qué? Para lucrarse con sueldos gigantescos, viviendas opulentas pagadas por todos y llenar sus armarios con ropa de marca. No han aportado nada al bienestar delos trabajadores porque van a lo suyo y porque para defender al trabajador lo primero que tienes que haber hecho es trabajar.

Las han hecho de todos los colores, han contribuido a que Sánchez se perpetúe estos terribles años en la Moncloa, son partícipes del hundimiento de la economía

Pero no puedes engañar siempre a una nación, esa que les gustaría ver troceada a manos de Bildu y Esquerra. Y como las encuestas de intención de voto anuncian con voz de heraldo apocalíptico su desaparición, quieren morir matando haciendo lo que mejor saben: difamar, amenazar, insultar y mentir sin rubor. Ahora les ha dado por el hermano de Isabel Díaz Ayuso, al que acusan de haberse lucrado durante la pandemia. La justica no ha encontrado pruebas de ello, al contrario. Pero los podemitas, terne que terne, han desplegado una enorme lona con la cara de este usando unas palabras de Casado, el que tuvo que irse con el cargo entre las piernas por acusar falsamente a la presidenta de Madrid.

Hemos presenciado con indignación como la presidenta del Congreso, Ricitos de Oro Batet, no le decía ni mú a Ione Belarra que exhibía la reproducción de la infame lona en una camiseta. Ciertamente, en aquella casa se ha visto de todo, desde Rufián con una impresora o, los más viejos del lugar, al señor Lizondo llevar una naranja a la tribuna de oradores, humorada que repitió el prescindible y Baldoví no hace mucho. Pero jamás se había visto tamaña exhibición de impudicia, falta de respeto a la ley que protege la imagen de las personas y, digámoslo ya, de odio enfermizo, casi patológico, hacia el adversario, atacándole en lo más sagrado, la familia.

Jamás se había visto tamaña exhibición de impudicia, falta de respeto a la ley que protege la imagen de las personas

Esa familia que Iglesias y Montero defendían a grito pelado porque a kilómetros de su casa de vacaciones les habían hecho una pintada en el asfalto de la carretera o cuando a Oltra le cantaban el Viva España delante de su casa. Fascistas, franquistas, violentos, ultraderechistas, decían con la vena del cuello a punto de estallarles. Pero ellos cuelgan lonas con la cara de un inocente acusándole de robar cuando España estaba sumida en el más profundo de los dolores. Nadie entre ellos ha preguntado jamás por las empresas fantasma con las que Illa contactó, a quién, cómo y por qué se les compró material sanitario que o no llegó o era defectuoso.

Claro, todo eso es secreto de estado y no hay que molestar a quien te da de comer. Señalo lo grave del salto hacia delante de los defensores de Maduro en estos comicios. Hasta ahora se contentaban con mentir acerca de balas y navajas de las que nunca más se supo. Ahora, desde las alcantarillas de la historia, aumentan el tono y agreden directamente a personas inocentes.

No se quedarán ahí. Aviso.