Florencio Domínguez, LA VANGUARDIA, 23/5/12
El PNV busca aglutinar el voto útil del electorado del PP y el PSOE para frenar a la izquierda abertzale
Las previsiones se cumplieron y el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, es el candidato a lehendakari propuesto por la dirección de este partido a sus bases, que tendrán ahora la última palabra. En cualquier formación política lo normal es que el líder sea también el cabeza de lista electoral, pero el PNV es la excepción a causa de su régimen de incompatibilidades de cargos entre el partido y las instituciones. Si Urkullu resulta elegido lehendakari, el PNV tendrá que elegir un nuevo presidente.
Urkullu tenía todas las papeletas para ser el candidato, aunque un sector del PNV en Gipuzkoa buscó apoyos para promover al exlehendakari Ibarretxe a pesar de su nulo interés en volver a la primera línea política. El actual presidente del PNV había consolidado su poder interno, como se vio en el proceso de renovación de cargos internos celebrado recientemente. Y eso que le ha tocado gestionar un periodo difícil en la vida del PNV con la salida del Gobierno vasco y con la pérdida de importantes cuotas de poder en las diputaciones y en los ayuntamientos. Aun así, la conflictividad interna del PNV es hoy menor que hace cuatro años. El liderazgo tan poco estridente de Urkullu ha sido decisivo en esa pacificación, junto con el control de los resortes de poder internos, que no es cuestión menor.
Como candidato, se enfrenta al reto de conseguir la vuelta del PNV al poder, para lo que tiene que vencer a la coalición del resto del nacionalismo, en la que se integrarán Batasuna, Eusko Alkartasuna y Aralar. Los resultados obtenidos por esta coalición en las municipales, bajo la marca Bildu, y en las generales, a las que fueron como Amaiur, suponen una amenaza clara para la tradicional mayoría del PNV. A ello se une un sistema electoral que exige tener buenos resultados en las tres provincias porque el número de escaños es idéntico en cada una de ellas sin tener en cuenta las diferencias de población. Álava, con un censo de unos 250.000 votantes, tiene los mismos 25 escaños en juego que Bizkaia con casi 950.000. El problema del PNV, que domina Bizkaia, es que ha flojeado en Gipuzkoa y Álava.
La figura de Urkullu ofrece un perfil adecuado para aglutinar en torno al PNV el voto útil de seguidores del PP, o incluso del PSE, deseosos de impedir el avance de la izquierda abertzale. En las filas de los populares se alberga ese temor y de ahí la estrategia de los dirigentes vascos del PP de resaltar cualquier coincidencia entre el PNV y la izquierda abertzale. Hasta las elecciones, el PP no va a dejar pasar la oportunidad de presentar la sombra de un posible entendimiento entre el PNV y la antigua Batasuna para evitar que su electorado caiga en la tentación del voto útil.
Designado el candidato del PNV, el País Vasco está en plena precampaña, aunque Patxi López sigue sin dar pistas sobre cuándo convocará elecciones.
Florencio Domínguez, LA VANGUARDIA, 23/5/12