EL CORREO 05/05/14
· El candidato del PP dice que en «nuestro país existen muchas culturas y diversidad», pero que hay «un único e indivisible cuerpo político»
Miguel Arias Cañete acudió ayer a Bilbao para impulsar su candidatura como cabeza de lista del PP para las elecciones europeas del 25 de mayo. Fue su primer acto en Euskadi incluido en su agenda de campaña y, por ahora, el único. La propia presidenta de los populares vascos, Arantza Quiroga, le animó a que venga más, pero no está del todo claro que el hasta hace escasos días ministro de Agricultura vaya a hacerlo. Venía de Cantabria, donde el sábado había departido con ganaderos y le habían nombrado cofrade de la anchoa en Santoña. A Cañete se le nota que está cómodo hablando de sus temas, de Europa y cargando contra los «destrozos» que dejó el PSOE como herencia. Pero en Bilbao, rodeado de los dirigentes vascos, tuvo que entrar de lleno en el debate soberanista. Y lo hizo sin matices: «Mantener la integridad territorial de España es irrenunciable para el PP».
Aunque la campaña oficial para el 25-M no arrancará hasta la medianoche de este jueves, los candidatos de los diferentes partidos llevan varios días recorriendo España para movilizar a un electorado bastante desmotivado. El PP no oculta que ése es su principal objetivo. Ayer, en el Museo Marítimo de la capital vizcaína, los cuatro cargos que tomaron la palabra –Cañete, Arantza Quiroga, Carlos Iturgaiz y Antón Damborenea– incidieron en esta cuestión de una u otra manera.
El problema para el PP, y también para el PSOE, es que la crisis económica, las medidas de ajustes y el desgaste público que viven las dos principales formaciones pueden beneficiar al numeroso grupo de formaciones minoritarias de nuevo cuño que se presentan a los comicios. Por eso todos los dirigentes del PP presentes en Bilbao destacaron las virtudes de tener un grupo «fuerte» en Estrasburgo –«en esto, el tamaño sí importa», dijo Quiroga– y alertaron sobre el peligro de los «populismos», los «extremismos» y los partidos que apenas pueden aspirar «a un eurodiputado». Nadie mencionó a UPyD, Ciudadanos o Vox, pero las alusiones eran claras.
Convencido de su estrategia, Cañete insistió en que los dos grandes objetivos de la campaña serán convencer a sus potenciales votantes de la importancia de las elecciones europeas y de que, si hay un cierto desencanto por las medidas que ha tenido que adoptar el Gobierno de Mariano Rajoy, la culpa hay que echársela al PSOE. O lo que es lo mismo, el PP ha tenido que tomar algunas decisiones «dolorosas» porque la gestión de los socialistas no le ha dejado otra opción. «Era tal la carga que había caído sobre nuestros hombros que era imposible sacar el país adelante. Pero hemos vuelto a ser importantes con Mariano Rajoy, como lo fuimos con José María Aznar», manifestó Cañete, que sólo aludió a las cuestiones territoriales o a la violencia etarra al principio y al final de un discurso que se prolongó durante media hora.
Por unanimidad
El candidato popular viajaba a Euskadi sólo tres días después de la entrevista que Iñigo Urkullu y Artur Mas mantuvieron en Ajuria Enea. Un cara a cara en el que el presidente de la Generalitat trasladó al lehendakari su intención de llegar hasta el final en su apuesta soberanista. Aún no está del todo claro cuál será, pero la consulta independentista sigue fijada para el 9 de noviembre.
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· Antón Damborenea Presidente del PP vizcaíno: «Cañete es un supercandidato. Sobre todo, si le comparamos con la del otro partido»
A la espera de que La Moncloa y el Ejecutivo catalán diseñen una vía de diálogo que desbloquee el callejón sin salida en el que parece inmerso el debate, Cañete dejó pocas dudas de cuál es la postura oficial de los populares: «Mantener la integridad territorial es irrenunciable para el PP». «En nuestro país existen muchas lenguas, tradiciones, culturas, pero tiene que haber un único e indivisible cuerpo político capaz de proteger y potenciar esa diversidad», afirmó Cañete.
El aspirante del PP evitó mencionar de forma explícita a Cataluña o Euskadi, algo que habían hecho minutos antes Quiroga e Iturgaiz, pero sí quiso subrayar una idea: que su partido cree en Europa desde el respeto de la «diversidad de los estados, la firme defensa de la unidad de España, del estado de las autonomías y del marco constitucional».
Cañete también quiso alertar sobre los intentos de «engañar a los ciudadanos» por parte de los nacionalistas sobre un futuro fuera de España. Fiel al guión oficial, recalcó que la Unión Europea es «un proyecto de unión, no de dispersión. Cuando alguien toma la decisión de irse no es que se le eche, es que se va y cuando se va que le admitan requiere unanimidad y un largo proceso de negociación. El día que uno se va, es un Estado tercero». Lo que vino a decir es que, si Cataluña y Euskadi deciden separarse de España, saldrán de la UE. Y para volver a entrar deberían contar con el visto bueno de España.
También recordó una promesa incluida en el programa electoral del PP: la puesta en marcha de una Carta Europea de los Derechos de las Víctimas del Terrorismo.