Pregunta.– Hoy se cumplen 20 años del asesinato de Miguel Ángel Blanco ¿Cómo recuerda esos días?
Respuesta.– Una verdadera angustia, porque desde el principio supe que nos encontrábamos ante una situación tremenda. ETA quería decirnos que a partir del concejal más básico todos estábamos en la lista. Podían ir a por cualquiera. Lo que quería era exterminarnos.
P.–El Espíritu de Ermua cambió la respuesta de la sociedad frente al terrorismo de ETA, pero para el PP vasco llegaron después unos tiempos muy duros.
R.–Durísimos. A partir de Miguel Ángel Blanco me tocó enterrar a Caso, Zamarreño, Iruretagoiena, Indiano, Pedrosa… ETA nos puso en el corredor de la muerte a todos los miembros del PP vasco. Nos mirábamos de reojo unos a otros y pensábamos ¿quién va a ser el próximo? Porque la tragedia era que había un próximo, había otro que en días o en meses tendríamos que enterrar. Para mí era dificilísimo. No me dejaron hacer política al uso. Yo sólo iba de entierro en entierro, enterrando a mis compañeros e intentando tranquilizar a todo el partido.
P.– ¿Sintió el apoyo de los nacionalistas?
R.–No. Lo peor de todo era tener que aguantar a los nacionalistas, a Arzalluz y compañía, que nos acusaban de victimismo. A nosotros, que éramos las víctimas nos decían que hacíamos victimismo. Vivíamos en la tragedia y el nacionalismo no nos acompañaba absolutamente en nada. Al revés, nos daban donde más nos dolía.
P.– ¿Y ahora? ¿El PNV está a la altura del recuerdo de las víctimas?
R.–El PNV sigue poniendo una vela a Dios y otra al diablo. Un día está con las víctimas del terrorismo y otro está mandando Urkullu cartas de apoyo a los presos de ETA y a favor del acercamiento.
P.–ETA mató a Miguel Ángel Blanco con el pretexto de que el Gobierno se negaba a acercar a los presos de ETA. ¿Acercar los presos ahora sería traicionar su recuerdo?
R.–La sociedad vasca tiene que tener claro que cuando el señor Urkullu o el PNV se baten tan duramente y con tanto fervor a favor del acercamiento y de la excarcelación de los criminales de ETA, es lo mismo por lo que mataron a Miguel Ángel: el acercamiento y la excarcelación de los asesinos y de los criminales de ETA. Están haciendo el juego a los que asesinaron a Miguel Ángel Blanco.
P.–Insisto, pero si el PP cede y cambia la política penitenciaria…
R.–No va a ceder. Mi partido no lo va a hacer.
P.–¿La sociedad ha olvidado demasiado pronto el terror de ETA?
R.–Lamentablemente sí. Aquí hay una memoria histórica reciente muy débil y algunos se olvidan de que los que ahora llamamos Bildu eran los responsables de esos asesinatos, por acción y por omisión. Y eso no lo voy a perdonar ni olvidar nunca. Me supura la cicatriz de mis compañeros asesinados y esa herida siempre está abierta, cuando les veo en las instituciones jactándose de hablar de democracia. Son parte del aparato de ETA, de aquellos que nos querían exterminar.