EL MUNDO 18/06/13
SALVADOR ULAYAR
Estimados señores:
Cuando el asesino Breivik perpetró una matanza en su país, me apresuré a mandarles mis condolencias. Miren, mi padre fue asesinado por la banda terrorista ETA en mi presencia cuando contaba tan solo 13 años. Tras una historia de persecución y acoso por parte del separatismo vasco, mi padre, un vasco de Navarra, pagó con su vida el hecho de ejercer su libertad de expresión para afirmar su españolidad y posicionarse en contra del terrorismo de ETA y del separatismo que le apoyaba, que no soportaban que no votáramos lo que ellos quieren. Así que lo mataron de cuatro tiros a la puerta de mi casa.
De este modo, matando a cientos y cientos de españoles, atemorizando a decenas, a centenares de miles, nos quitaron la libertad; y en el País Vasco y buena parte de Navarra quedó cancelada la libertad de expresión, quedando la calle y el espacio público a disposición casi exclusiva del mensaje separatista. Los demás no podían expresarse en libertad: los mataban y acosaban. Y así amoldaron una sociedad, bajo la bota del terror, a sangre y fuego.
Los etarras, con la compañía de buenistas profesionales y tontos útiles, les habrán contado a ustedes los noruegos sus mentiras habituales, presentándose como víctimas, cuando en realidad son los verdugos. He de agregar que, tras el asesinato de mi padre, mi madre y mis hermanos sufrimos (como tantas otras víctimas del terrorismo) el acoso y el olvido más infame. Y ustedes, desde Noruega, resulta que financian la ensoñación totalitaria del separatismo y terrorismo vasco. Ensoñación inventada por Sabino Arana, un tipo que profirió su mensaje racista y totalitario 20 años antes que Hitler, aunque con el mismo grado de repugnancia. Creo que les suena la figura del nazi del bigote. Por suerte, Arana no llegó a disponer de su poder y ejército.
Como víctima del terrorismo separatista vasco, quiero decirles que me repugna y ofende su aporte de fondos y legitimación a los asesinos de mi padre y de otros más de 850 españoles. En España no existen ni han existido dos bandos enfrentados entre los que mediar, sino una banda terrorista que ha querido conseguir por las armas y la insoportable presión de la persecución social lo que no les otorgaban las urnas.
Lo siento, pero me es muy complicado despedirme de ustedes con un cordial saludo.
Salvador Ulayar es hijo de Jesús Ulayar, asesinado en Navarra por ETA.