José Antonio Maturana, EL PAÍS, 3/2/12
Todavía no has aparecido para presentarte a la Secretaría General del PSOE, pero espero que no te demores mucho, pues el tiempo corre en tu contra y en el de todos los afiliados, puesto que los delegados han sido elegidos, mientras los elefantes del PSOE están tejiendo sus redes para apoyar a los dos candidatos presentados.
No me extraña que te dé miedo presentarte con una candidatura frente a dos aspirantes del aparato del partido, ahora dividido, al margen de los grandes medios de comunicación, al margen de las familias territoriales que controlan la organización tanto de cargos públicos como orgánicos.
Como sabes este Congreso está diseñado con precipitación desmedida, como para salir del paso; sus delegados serán de manera abrumadora cargos públicos y orgánicos cooptados por los aparatos provinciales que están a verlas venir, y, sobre todo, a defender con uñas y dientes sus puestos, por lo que la militancia apenas estará representada y solo unos pocos de la dirigencia decidirán los resultados electorales.
Te recuerdo que desde hace muchos años nos hemos acostumbrado, en el PSOE, a no pedir responsabilidades cuando se pierden las elecciones, tanto a los candidatos como a los dirigentes. El verbo dimitir no se conjuga y eso que llevamos desde los noventa perdiendo Ayuntamientos, Diputaciones y CC AA. ¿Y qué decir de las últimas debacles de mayo y noviembre? ¿Alguien ha dimitido? Todos estos perdedores nacionales, autonómicos y locales son los que van a decidir el Congreso entre dos candidatos perdedores. ¿Y esta es la perspectiva de renovación y cambio?
Dicen unos y otros que van a abrir el partido a la sociedad y a los simpatizantes, pero ¿no sería, de entrada, más sencillo y práctico comenzar a abrir el PSOE a los militantes que hoy están olvidados y preteridos?, lo que ha convertido a la mayoría de los mismos a ser afiliados, pero no simpatizantes del actual PSOE.
Como bien conoces la disidencia y la crítica han sido yuguladas en estos últimos años de zapaterismo. La reflexión ha sido sustituida por la sumisión y la genuflexión. Todos los que han estado en los poderes del Estado y del partido han participado en estas políticas, y, de manera notable, los dos candidatos que se presentan a secretario general.
¿Cómo pueden decir los dos candidatos que estaban en desacuerdo con ciertas medidas económicas que se aprobaban en los Consejos de Ministros y luego votaban a favor? Sería creíble lo que dicen ahora si hubieran dimitido en su momento y hubiesen preparado una alternativa. No se puede hacer borrón y cuenta nueva de todos los desaguisados cometidos por los Gobiernos de Zapatero que han sido numerosos y abundantes y de todo ello fueron partícipes los actuales candidatos que prefirieron seguir gozando de las mieles del poder a pronunciar una palabra en contra.
Ninguno de los dos candidatos, que se sepa en estos años, ha hecho o ha propiciado reflexiones teóricas de lo que debe ser el socialismo democrático en España, en la coyuntura internacional actual tanto en Europa como en el mundo. Tampoco les hemos visto aportaciones, más allá de lugares comunes, sobre el presente y el futuro del Estado de bienestar, solos o en compañía de otros líderes europeos frente al proteico liberalismo que inunda el mundo político y económico. Han hecho todo lo contrario.
La nueva dirigencia que va a elegir el Congreso si tú, tercer candidato, no lo remedias será otra dirección reproducida por partenogénesis, es decir, el propio aparato se reproduce a sí mismo sin colaboración externa.
El socialismo español necesita una catarsis, y estarás de acuerdo conmigo que no cabe hacer experimentos con candidatos agostados y agotados. El PSOE necesita un nuevo Suresnes.
Como candidato despegado de todas las adherencias negativas del pasado inmediato del PSOE debes encarar los nuevos retos que pasan: A) por una transformación profunda del funcionamiento interno del partido, haciéndolo más democrático en la medida en que permita que la afiliación pueda participar directamente en la elección de los cargos públicos mediante primarias. B) Por una exigencia de responsabilidades a los perdedores de elecciones. C) Por una limitación de los mandatos de los cargos en las instituciones. D) Por plantear debates en conferencias, seminarios, congresos en todas las federaciones sobre el futuro del Estado de bienestar, cuyos pilares son la sanidad, la educación, las pensiones, los servicios sociales y la vivienda. E) Por debatir el futuro del Estado de las Autonomías sin complejos nacionalistas para hacerlo más eficaz, solidario e igualitario, alejado de privilegios, disfunciones y despilfarros. El PSC tendrá que repensar alguna vez qué quiere ser de mayor, si confederal, federal o independiente. F) Por liderar las relaciones, los debates y las políticas comunes con los partidos socialdemócratas europeos.
Debe ser un Congreso rompedor el que celebremos sin abjurar de nuestros logros en los últimos 38 años, pero teniendo en cuenta que ya no valen el buenismo y la juventud alegre y confiada del zapaterismo. Muchos afiliados y simpatizantes esperamos que abras unas puertas cerradas, no tengas miedo a perder, porque habrás demostrado coraje, arrojo y valentía frente a lo establecido, que es aburrido, previsible y sobre todo un inmenso error.
José Antonio Maturana es militante del PSOE. Fue consejero socialista en 1991-1998 del Gobierno Vasco.
José Antonio Maturana, EL PAÍS, 3/2/12