EL MUNDO 21/09/13
· La Comisión Europea ha tenido que salir de nuevo al paso de las falsas promesas que el presidente de la Generalitat, Artur Mas, está lanzando a cuenta del hipotético lugar que una Cataluña independiente ocuparía en Europa. El portavoz de Economía del Ejecutivo comunitario, Simon O’Connor, recordó ayer que la independencia de Cataluña comportaría automáticamente su salida de la UE y, por tanto, de la zona euro.
Bruselas admite que este hipotético nuevo estado podría seguir utilizando el euro como moneda de curso legal, pero quedaría fuera del Eurosistema, es decir, de la unión de bancos centrales nacionales que participan en la toma de decisiones en el Banco Central Europeo (BCE) y que deciden sobre la política monetaria o las inyecciones de liquidez a las entidades financieras, entre otras competencias.
La relación de una Cataluña independiente con el euro sería similar a la que tienen actualmente Mónaco, Vaticano, San Marino, Andorra, Kosovo y Montenegro. Los cuatro primeros territorios mencionados tienen firmados acuerdos monetarios con la eurozona que les permiten utilizar el euro e incluso acuñar la moneda a cambio de adoptar la legislación monetaria y financiera que se aplica a todos los estados de la zona euro. Kosovo y Montenegro no tienen ninguna vinculación con la zona euro, pero han decidido unilateralmente utilizar el euro como divisa nacional, algo a lo que no se puede oponer el BCE.
Estos territorios «usan de facto la moneda única pero no son parte de la eurozona, lo que significa que tienen que comprar los billetes y las monedas a través de bancos comerciales», explicó O‘Connor.
El portavoz comunitario dejó claro que «el acceso a la zona euro sólo es posible para los Estados miembros de la UE que respeten los criterios del Tratado» sobre el cual se construyó el euro. Cualquier expansión de la zona euro, como la que tendrá lugar el próximo enero con la entrada de Letonia, sólo puede hacerse en un país que ya pertenece a la UE y previa aprobación unánime del todos sus Estados miembros.
Así que Cataluña podría seguir contando con el euro, pero sólo para las operaciones comerciales diarias, es decir, para la compra y venta de bienes y servicios. El nuevo Estado quedaría fuera de las auténticas ventajas que implica participar en una unión monetaria, como estar bajo la protección del Eurobanco, que ha dado liquidez ilimitada a las entidades radicadas en la zona euro, o disfrutar de la ayuda del Mecanismo Europeo de Estabilidad (Mede).