EL MUNDO 17/06/14
· Eduardo Madina se aparta de la línea oficial y apuesta por una «consulta legal» sobre la independencia, mientras que Pedro Sánchez la rechaza
El desafío independentista catalán provocó ayer la primera diferencia programática de fondo entre los dos candidatos con más probabilidades de liderar el PSOE a partir del próximo mes de julio. El diputado vasco Eduardo Madina se apartó de la línea oficial defendida hasta ahora por el partido y se inclinó por aceptar la celebración de una consulta en Cataluña mientras sea pactada y se haga «dentro de la legalidad». Es decir, hizo suya la postura del PSC rechazada hasta ahora por el PSOE.
El madrileño Pedro Sánchez, por su parte, defiende la reforma de la Constitución pactada el año pasado por el PSOE y el PSC en la Declaración de Granada. Y rechaza cualquier referéndum o consulta que, considera, nunca podría tener base legal, según fuentes de su entorno.
Madina no se pronunció sobre el derecho a decidir, pero aseguró en una entrevista en la Ser que la consulta a los catalanes sobre la relación que quieren mantener con el Estado le parece «bien»: «A mí la participación no me da miedo», comenzó, «y sobre la consulta, si hay posibilidades de pacto dentro de la legalidad, me parece bien», afirmó textualmente.
Citó, por tanto, casi las mismas condiciones que siempre ha puesto sobre la mesa el ex primer secretario de los socialistas catalanes, Pere Navarro, y que había rechazado Pérez Rubalcaba: una consulta sólo en Cataluña «legal» y «acordada».
Por la tarde, en un acto ante militantes en Oviedo, Madina quiso referirse a lo que, dijo, había generado «un malentendido» tras su entrevista. El parlamentario aseguró que él siempre va a estar dentro de la legalidad y que lo que pretende hacer Artur Mas «está fuera del marco constitucional y fuera de la legalidad», informa Europa Press.
«Lo legal va en una dirección y lo que pretende Mas es ilegal. Sólo hay posibilidad de realizar consultas y es que se sitúen dentro del marco constitucional, añadió. Madina abrió la puerta a esas reformas, pero «dentro de procedimientos legales y con la búsqueda de amplios consensos».
En octubre de 2012, el PSC comenzó a incluir en su programa electoral el derecho a decidir. Aunque matizando que la consulta o referéndum en la que se pulsaría la opinión de los catalanes debería ser «acordada» entre la Generalitat y el Estado, y «legal». El PSOE, sin embargo, ha venido rechazando esa consulta e incluso ha apuntado que sería inconstitucional. Esta discrepancia ha provocado polémicas rupturas de la unidad del voto socialista en el Congreso.
El Partit dels Socialistes de Catalunya (con 20.179 afiliados) es la segunda federación socialista más importante de España tras la de Andalucía y la segunda que más pesa en votos para decidir quién es el próximo secretario general del PSOE.
Los socialistas catalanes ya eran mayoritariamente favorables a Madina. Pero tras el posicionamiento de ayer, la balanza en Cataluña podría inclinarse aún con más fuerza a favor del diputado por Vizcaya.
Otra cosa es lo que ocurra en el PSOE de Andalucía –donde en principio puede tener mayoría Sánchez– o Extremadura, cuyo secretario general, Guillermo Fernández Vara, apoya activamente a Madina.
De hecho, los socialistas andaluces, extremeños y madrileños frenaron el pasado verano en un comité federal un protocolo de relación del PSOE con el PSC que habían pactado Rubalcaba y Navarro. Estas federaciones, históricamente, han defendido una mayor presencia del PSOE en Cataluña y que desde la calle Ferraz de Madrid se pusiera freno a sus supuestas veleidades nacionalistas.
En la misma entrevista, Madina aseguró ayer rotundo que la Constitución «no está escrita en mármol» y añadió que tiene «un problema de protección social». El secretario general del Grupo Socialista en el Congreso propuso una reforma de la Carta Magna con dos bases: la primera, «constitucionalizar el acceso a la educación y a la Sanidad», como nuevos derechos fundamentales y la segunda, cambiar el modelo territorial.
En este sentido, defendió «ir a un proceso que federalice nuestro país». «La Constitución es de la gente», continuó, «a mí la participación no me da miedo, pero tiene que ser legal», reiteró, de nuevo en referencia a esa posible consulta.
El otro aspirante con más posibilidades, Pedro Sánchez, no se ha pronunciado públicamente sobre la consulta. Sin embargo, en su entorno defendieron ayer la Declaración de Granada firmada entre el PSOE y el PSC como la hoja de ruta para afrontar el desafío soberanista. Sin abrir la puerta a una consulta por la autodeterminación sólo en Cataluña.
El documento de Granada, que se aprobó en julio de 2013, defiende una reforma constitucional en sentido federal, pero no cita la consulta catalana. Como ha explicado muchas veces Rubalcaba, los socialistas no admiten que una parte de España pueda decidir sobre algo que compete a todos: la unidad del Estado.
También ayer en la sede federal, el secretario de Organización, Óscar López, explicó a los periodistas que la dirección facilitará que se celebren debates entre los candidatos a la Secretaría General, pero que éstos se realizarán cuando ya sean definitivos y estén verificados sus avales, es decir, a partir de julio y probablemente en campaña electoral (del 3 al 12 de julio).
Como cuando se celebran elecciones, la dirección socialista esperará a que sean los propios medios de comunicación los que propongan debates. Los dos candidatos favoritos –tanto Madina como Sánchez– dan mucha importancia al efecto que podrá tener un cara a cara televisado entre los dos.
López explicó que los candidatos no contarán con ninguna asignación económica para sus campañas. Pero también que no existirá control de sus cuentas o de las donaciones que reciban. Preguntado por ello, el número tres del PSOE confió en su «honorabilidad» y en que aplicarán «el sentido común» en la financiación de su campaña.
Ayer se produjo el último descarte. El ex ministro Juan Fernando López Aguilar, que había amagado con presentarse, lo descartó.