LA RAZÓN, 11/9/12
«Embajadas», medios, lengua y estudios apenas sufren recortes
Barcelona- A la espera de recibir el rescate de 5.023 millones que la Generalitat ha solicitado al Gobierno a través del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), las arcas autonómicas están secas. Tanto que en julio el Govern de Artur Mas no pagó a los centros concertados del Tercer Sector ni la luz, ni el agua, ni siquiera la factura de las compensaciones de las concesionarias de autopistas. La situación con los geriátricos, centros de drodependientes o personas con minusvalías puede volver a producirse este mes de septiembre, como ha admitido la Generalitat, que, sin embargo, mantiene los gastos en construir en nacionalismo, de unos 500 millones al año. El objetivo es ir haciendo madurar a la opinión pública en el camino hacia la «transición nacional», que aprobó Convergència en su último congreso.
Es paradigmático que el Centro de Estudios de Opinión, el organismo que realiza las encuestas para Mas, pregunte desde que el convergente accedió a la presidencia de la Generalitat por la independencia de Cataluña. En tiempos del tripartito, el CEO indagaba sobre el encaje de Cataluña en España, pero nunca hasta ahora se había atrevido a preguntar por un hipotético referéndum independentista, cuya respuesta Mas utiliza para defender en sus comparecencias públicas el pacto fiscal. Este organismo tiene una dotación presupuestaria este año de 1,2 millones, apenas 100.000 euros menos que en 2011.
Los recortes en determinadas áreas han sido mínimos, como demuestran también las cifras de los medios públicos catalanes, a los que la Generalitat aporta este año 260 millones, 40 menos que en 2011. Ayer mismo la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, denunciaba que la Generalitat ha utilizado la televisión para animar a la manifestación de esta tarde.
Las seis «embajadas», pese al ofrecimiento del Gobierno de poder utilizar la red estatal de oficinas, tampoco han visto apenas la tijera y suponen un gasto de 33 millones al año, junto con la red comercial que la Generalitat tiene por distintos países. Suma y sigue porque buena parte de grueso del pastel –¿cuánto dedica el Govern a promocionar el catalán?– es este año una incógnita porque todas las consejerías aportan su grano de arena. En 2009, fueron 157 millones. Este año, sólo el Consorcio de la Normalización Lingüística, que vela por el catalán, tiene un presupuesto de 27,2 millones. Casales en el extranjero y asociaciones como Òmnium Cultural también se llevan un buen pellizco.
LA RAZÓN, 11/9/12