«Cataluña sería un limbo político y jurídico como Kosovo»

Rivera asegura que el plan B de Artur Mas «pone los pelos de punta»; su formación acaba de abandonar la ponencia de la ley de consultas

El líder de Ciutadans (Barcelona, 1979) tiene intención de pedir hoy explicaciones al presidente Artur Mas en el Pleno del Parlamento catalán sobre ese plan B que implicaría seguir la vía Kosovo para declarar unilateralmente la independencia de Cataluña.

—¿Qué opina de la vía Kosovar que planean el núcleo duro de CDC y ERC?
— Que Artur Mas tenga como ejemplo Kosovo le pone a uno de los pelos de punta, porque eso supone tener como ejemplo a un territorio que nació del conflicto de los Balcanes, que se ha convertido en un nido de corrupción, de desempleo y de mafias. Yo, sinceramente, quiero parecerme a un lander alemán, a un estado de Estado Unidos o a una región de Francia. No quiero que Cataluña se convierta en un país como Kosovo que actualmente vive en un limbo político y jurídico. ¿Queremos ser el Kosovo del Mediterráneo o buscar una salida a las crisis? Esa es la pregunta que se tiene que hacer el presidente Mas. Ciudatans quiere estar al frente de esa búsqueda de alternativas para afrontar el futuro de Cataluña, con propuestas posibles.

—¿Cree que ese plan B es fruto de la presión de ERC?
— Lamentablemente, Solidaritat ya presentó una declaración unilateral de independencia en el Parlamento catalán en la anterior legislatura. Curiosamente, fue admitida a trámite y se debatió en el pleno, pero CiU se abstuvo, ERC votó a favor y el resto de formaciones políticas votamos en contra y no fue aprobada. En esa iniciativa, Solidaritat afirmaba que la única vía segura para lograr la separación de España era la de Kosovo. Ciutadans manifestó que eso era una locura.

 

—¿Ve posible que se ejecute ese proceso, que CiU y ERC se presenten a unas elecciones con un solo punto en su programa, la declaración unilateral de independencia?
— Todo va en esa dirección, aunque los moderados de CiU prefieran, en el supuesto de que se prohíba un referéndum, que se celebren consultas populares en municipios. Pero esas consultas de «costillada» no darían una imagen de seriedad en el exterior y eso va en contra de los planes internacionales de Mas. Además, CiU y ERC tienen mucha prisa por una ley electoral catalana que les permita disponer de una Junta Electoral propia, con competencias para decidir sobre censos, campañas institucionales y programas. Actualmente, un anticipo electoral con esa vocación plebiscitaria sería un fraude de ley, vulneraría la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (Loreg), que es la que regula actualmente los procesos electorales en Cataluña. Los partidos políticos, la sociedad civil debe reaccionar, decir ¡basta! y no meter a Cataluña en la vía kosovar.

 

—¿Cuál debe ser la respuesta del Gobierno español?
— Es un reto nacional. Jurídicamente, no debe dejar pasar ni una ilegalidad, sin aspavientos, pero con mucha atención a todos los pasos que está dando la Generalitat: la ley de consultas, la convocatoria… Nosotros hemos abandonado la ponencia de la ley de consultas porque lo único que persigue es la declaración de independencia. Y políticamente, hay que buscar fórmulas para evitar la fractura social que implicaría seguir ese proceso. Para ello se necesitan amplias mayorías que defiendan la legalidad. —¿Preguntará al respecto a Artur Mas en el Pleno del Parlamento catalán que comienza hoy? —Quiero que diga claramente si piensa seguir el modelo de Kosovo, es decir, la vía del conclicto. Porque ERC y algún dirigente convergente ya ha dicho que no lo descartan.