Cataluña y Podemos inquietan, pero todavía no alteran los mercados

EL CORREO 16/11/14

· Los inversores apuestan en sus informes por un desenlace positivo

España vuelve a estar bajo la lupa, pero no por razones económicas sino políticas. El movimiento independentista de Cataluña y las expectativas electorales de Podemos acaparan cada vez más espacio en los informes de los bancos de inversión, si bien esta inquietud no ha conseguido alterar los mercados. Analistas de entidades como Bank of America-Merrill Lynch, JP Morgan o la agencia Fitch, de gran influencia en círculos financieros, anotan una cierta preocupación, pero sin alarmismos. En el caso catalán no solo preocupa la independencia, también el riesgo de que se prolongue el actual bloqueo

España estuvo en el ojo del huracán durante la crisis por las dudas sobre sus cuentas públicas y su banca. Luego se ganó el aplauso generalizado de la comunidad inversora por sus avances para salir del agujero. Ahora vuelve a estar bajo el foco, pero no por razones económicas sino políticas. El movimiento independentista de Cataluña y el auge de Podemos acaparan cada vez más espacio en los informes de los bancos de inversión. ‘Nubarrones políticos a la vista’, es el título de uno reciente de Bank of AmericaMerrill Lynch; ‘La cambiante política española, ¿qué pasará?’, señala el de JP Morgan. Los analistas de estas entidades, con gran influencia en círculos financieros, advierten de las terribles consecuencias de la secesión de Cataluña o de la victoria del partido de Pablo Iglesias. Pero, por ahora, atribuyen baja probabilidad a estos escenarios considerados muy negativos. Confían en un desenlace positivo, aunque en el caso catalán crece la preocupación ante el peligro de que se alargue en el tiempo el bloqueo actual. También inquieta la mayor fragmentación política en España por la irrupción de Podemos.

El impacto en los mercados todavía es escaso. El Tesoro se está financiando en mínimos históricos gracias al apoyo del Banco Central Europeo (BCE), que ha facilitado un descenso del interés exigido a los bonos en la zona euro. El jueves colocó 1.390 millones a diez años al 0,859%. «Ni Cataluña ni el fenómeno de Podemos están afectando a la prima de riesgo, que permanece estable desde hace meses», afirmó ese día el ministro de Economía, Luis de Guindos, en un artículo en ‘Abc’. Ayer mismo insistió desde Australia en que los inversores internacionales no prevén el escenario de una Cataluña independiente y si auguran estabilidad. La Bolsa española avala esta visión, ya que se mueve a la par que la europea con los ojos puestos en los datos económicos del Viejo Continente.

Acercando más la lupa, sí se puede observar algún efecto. El interés exigido al bono catalán ha aumentado de forma notable en los últimos meses. Desde finales de junio, la brecha con el español se ha disparado en 170 puntos básicos en los títulos con vencimiento en 2020.

Es posible también que el 9-N haya influido en el mal comportamiento de la banca catalana en Bolsa. Desde los test de estrés, Caixabank y Sabadell son los más castigados por detrás de Popular y Liberbank, los que aprobaron con menos margen. Pero el retroceso puede deberse a su carácter doméstico.

Cortoplacistas
Hay quienes encuentran lógica esta complacencia de los mercados. «Se guían por el corto plazo y ahí no hay problemas», apunta José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi para España. «La independencia de Cataluña se ve como algo remoto. El 9-N no ha arrojado una victoria aplastante de los independentistas», añade Javier Montoya, de Alpha Plus. En concreto, en la consulta informal participó un 36% del ‘censo’ potencial –2,3 millones– y votó a favor de la secesión el 29,5%.

En la misma línea, JP Morgan cree que «no saldrá una mayoría a favor de la declaración unilateral de independencia» en unas eventuales elecciones anticipadas. Tras un sesudo repaso de la política catalana, recuerda las discrepancias entre los parti-

dos soberanistas (ERC, CiU, CUP, ICV…) para concluir que «continuamos minimizando el riesgo de secesión». Con todo, recomienda comprar bonos irlandeses en vez de españoles. Por si acaso.

Barclays no está de acuerdo. Es más, comienza su informe expresando su sorpresa por el hecho de que los mercados estén tan tranquilos cuando, en su opinión, no se puede desdeñar en absoluto la independencia, dado el liderazgo de ERC en las encuestas. «La mayoría de votos podría ir a partidos independentistas en unas elecciones», advierte.

No solo preocupa la independencia. También inquieta que se prorrogue el actual bloqueo por la ausencia de negociaciones entre Gobierno central y Generalitat. La agencia de calificación Fitch advierte de que «si no hay un acuerdo en el plazo de dos años habrá fuga de depósitos, aumento del coste de financiación y las empresas reducirán su exposición a la comunidad autónoma».

Coincide con esta visión Morgan Stanley, que alerta del impacto de que se alargue la confrontación. «El Gobierno español no parece preparado para negociar, por lo que si hubiese acuerdo sería a última hora, con la incertidumbre que ello conlleva», apunta. Morgan Stanley atribuye una probabilidad del 30% a este escenario de enquistamiento, un 5% a la independencia unilateral y un 15% a la secesión ordenada. Su apuesta principal, por tanto, es un pacto fiscal entre Cataluña y el Estado, con un 50% de probabilidad.

Reivindicaciones
En general, todos los bancos de inversión contemplan como escenario base que se abran negociaciones entre el Gobierno central y la Generalitat para alcanzar un pacto fiscal. Sí hay discrepancias sobre si están justificadas o no las reivindicaciones catalanas sobre su excesiva aportación al Estado, pero entienden que alguna concesión es necesaria en aras de un acuerdo. El más rotundo es el editorial de Bloomberg tras el 9-N, que exige a Rajoy abrir el camino a un referéndum legal. «La forma en que (el presidente) ha abordado hasta ahora la frustración catalana es incendiaria». Considera que tras un buen debate no ganaría la independencia.

En cuanto a Podemos, el que más atención le dedica es Bank of America-Merrill Lynch. En su informe hace un análisis de su programa y de sus implicaciones. La conclusión es que, pase lo que pase, España se enfrenta a una mayor fragmentación política, lo que dificultará la ejecución de los ajustes fiscales y reformas necesarias. Exactamente el mismo aviso que hizo el pasado viernes Standard & Poor’s

El banco de inversión considera complicado que PP y PSOE acuerden formar una gran coalición, dada la amenaza que para los socialistas representa Podemos. Y advierte de que si gobernase un bloque de izquierdas con fuerte presencia del partido de Pablo Iglesias, «los avances logrados en los últimos cuatro años estarían en peligro».

JP Morgan no es tan alarmista porque considera que el derrumbe en las encuestas de PP y PSOE atiende a factores temporales y no descarta una coalición entre ambas formaciones. De hecho, es su primera opción.

Nada está claro, pero lo que sí es seguro es que España vuelve a estar bajo el foco.