LA RAZÓN, 22/10/12
El Govern edita guías de turismo y empresariales con los planes de Mas. Presenta la Guerra de Sucesión como el «fin del Estado catalán»
BARCELONA– El movimiento independentista catalán, que cobró especial relevancia a partir de la manifestación del 11 de septiembre en Barcelona con motivo de la Diada, se está forjando al amparo del concepto de Cataluña como un nuevo estado de Europa. El fin último ya no es sólo lograr la segregación de España, sino que ello debe producirse de manera que la Cataluña independiente no pierda su presencia en Europa, no quede al margen de la vida económica y política continental y pueda hacerse un lugar en el panorama europeo.
«El futuro de Cataluña está en Europa y como europeos», aseguraba hace unas semanas el conseller de Economía, Andreu Mas-Colell. Y el propio presidente de la Generalitat, Artur Mas, avanzó que la pregunta de la consulta de autodeterminación que tiene intención de llevar a cabo entre los catalanes la próximo legislatura debería ser si los ciudadanos quieren un estado catalán dentro de la Unión Europea. En la misma línea, el lema principal de los manifestantes del 11-S en Barcelona fue: «Cataluña, un nuevo estado de Europa».
Plan a largo plazo
No es un concepto nuevo que se haya venido forjando en el último mes, sino que forma parte de una línea de trabajo puesta en marcha por el gobierno de la Generalitat, que se desarrollaría en dos vertientes. Por un lado, fomentar la visión de Cataluña como un país europeo; y, por el otro, difundir internacionalmente el «conflicto catalán», en palabras de Mas, que además de la campaña de medios de comunicación extranjeros influyentes que ha emprendido, planea varios viajes, entre ellos a Bruselas, para mostrar su hoja de ruta para lograr ser un nuevo estado europeo. Sus planes chocan con la legislación actual, que deja claro que Cataluña tendría que realizar un largo proceso si quiere estar dentro de la UE.
La apuesta por la difusión internacional se hizo especialmente evidente cuando Mas amenazó con buscar el amparo de Europa si el Gobierno le impide llevar a cabo el referéndum de la independencia de Cataluña. «Tendremos que explicar la situación a Bruselas, tendremos que internacionalizar el conflicto», advirtió entonces Mas. En esta línea, la política de la Generalitat se extiende a todos los niveles, incluso al plano de la divulgación turística y empresarial de Cataluña, con una serie de publicaciones al alcance de cualquiera que abundan en la materia.
En la guía «Cataluña, país de calidad», publicada en 2011 por el departamento de Empresa y Ocupación, difundida a través de su página web de forma gratuita hasta en siete idiomas –catalán, castellano, inglés, francés, ruso, italiano y holandés–, la Generalitat presenta ya a Cataluña como un nuevo estado europeo. «Cataluña, un país de Europa» es el titular que encabeza la explicación del primer capítulo de la guía, que versa sobre «la fuerza de la identidad» y explica que «tiene una extensión similar a Bélgica, los Países Bajos y Suiza».
En otra de las publicaciones turísticas difundidas por la Generalitat, en este caso publicada en cuatro idiomas –castellano, catalán, francés e inglés– por la Agencia Catalana de Turismo en 2010, se hace referencia a la Guerra de Sucesión como «el fin del estado catalán». En la guía «Cataluña, 1714. Un viaje a los escenarios de la Guerra de Sucesión y al tiempo del barroco» se hace hincapié en que «la derrota de Cataluña supuso la supresión de las leyes e instituciones políticas y la imposición, manu militari, del derecho de conquista. Pero no se alcanzó el objetivo último: el fin de la nación catalana. Trescientos años después, Cataluña continúa vindicando sus derechos nacionales e históricos».
Si bien desde la Agencia Catalana de Turismo aseguran que no están realizando ninguna política específica respecto al fomento y difusión de la causa independentista de Cataluña mediante las herramientas que ofrece el turismo, lo cierto es que sus guías recogen, apoyan y fomentan abiertamente esta postura.
LA RAZÓN, 22/10/12