El día 25 presenta UPyD sus candidatos en Andoain, la cuna de Joseba Pagazaurtundua, cuyo asesinato ha dejado una estela de compromisos familiares tan marcada que su viuda y su madre figuran en las listas. Será en la plaza, en el mismo lugar donde la hermana de Joxeba, Maite, habló de «corazones de hielo» para referirse a los dirigentes nacionalistas.
El partido de Rosa Díez, Unión Progreso y Democracia (UPyD) ya ha puesto su pica en Flandes. O lo que es lo mismo: ya ha presentado su primera sede en Euskadi, en Vitoria, para hacer lo propio, en los próximos días, en Gipuzkoa y en Vizcaya. Es lo que tiene empezar de cero (con un partido nuevo, se entiende). Que hay que desplegar toda la energía imaginable para que los votantes se decidan a dar su papeleta a una opción nueva que, de llegar al Parlamento Vasco, aportaría savia, nervio y coherencia democrática al hemiciclo.
Rosa Díez, sobradamente conocida en Euskadi, no sólo por su trayectoria en el Partido Socialista sino por haber sido consejera en los gobiernos de Ardanza, no se presenta, aunque parezca lo contrario porque, de momento, toda la fuerza de las siglas se concentra en la personalidad de esta dirigente. Un día antes de que se conozca la identidad de sus candidatos, la diputada en el Congreso asegura que, en las elecciones del 1 de marzo, su partido se estrenará en el Parlamento con tres escaños. Nada menos. Lo dijo, no por casualidad, en Vitoria, la ciudad elegida para empezar a abrir las puertas de sus sedes y que, amén de ser la capital institucional de Euskadi, parece el caladero más propicio para que ese 3% necesario de votos le den, al menos, un escaño.
Pero ella habla de tres. Dicho así parece un farol pero, después de la experiencia de las últimas elecciones generales, quien la oye, aunque el PP y el PSE le resten importancia, no le lleva la contraria. Por si acaso. Irrumpió en el Congreso de los Diputados con 303.535 votos, lo que significa, a pesar de su único escaño logrado por la cuestionada Ley Electoral, que upad es la cuarta fuerza política de España en votos. En cuestión de meses ha dado un salto de gigante. Ha pasado de decir que «tendremos listas en todos los territorios» a confirmar que los 75 candidatos de UPyD son gente en su mayoría joven, no contaminada por la política partidista y «de aquí», lo que significa que no ha necesitado rellenar listas fuera de Euskadi. Una buena forma de empezar una campaña. Tanto es así que, al presentar su primera sede, brindó con cava para romper la dinámica de cautela que suele imponerse en los candidatos no nacionalistas.
El domingo 25 se presenta con los 75 candidatos en Andoain, la cuna de Joseba Pagazaurtundua, asesinado por ETA, cuya desaparición ha dejado una estela de compromisos familiares tan marcada que su viuda y su madre figuran en las listas. Será una presentación en la plaza. Dando la cara. En el mismo lugar donde la hermana de Joxeba, Maite, habló de «corazones de hielo» para referirse a los dirigentes nacionalistas y donde se volverá a oir la canción «Adiós a las penas de abril», entonada por Suburbano y el desaparecido Imanol, que resultó ser el himno del policía asesinado. «Pasé del silencio/ a ser más que un rumor/ de ser sombra/ a volver a vivir/ de no tener nombre a dar tanto que hablar…». Lo más difícil para el partido de Rosa Díez era empezar. Ya lo ha hecho en el Congreso. Y ahora vuelve por sus fueros a Euskadi. Habrá que ver si su programa convence.
Tonia Etxarri, EL DIARIO VASCO, 17/1/2009