EL MUNDO – 18/11/14
· «Significaría renunciar a la independencia y esto no lo haremos», asegura Josep Rull.
A la espera de que el próximo 25 de noviembre Artur Mas presente su hoja de ruta definitiva tras el 9-N, su formación comenzó ayer a despejar parte de la senda que quiere recorrer el president de la Generalitat en los próximos dos años. Aquí se incluye, por ejemplo, la previsible negativa cerrada de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) a cualquier posibilidad de que el PSC sea socio estable de los nacionalistas para agotar la actual legislatura.
El ofrecimiento que el líder de los socialistas, Miquel Iceta, reitera prácticamente a diario a Mas para que gobierne hasta 2016 fue rechazado ayer abiertamente por el coordinador general de CDC, Josep Rull. De hecho, éste se limitó a repetir un argumento que el propio presidente de la Generalitat ha defendido con anterioridad en el Parlament de Cataluña y que pasa por priorizar los esfuerzos en lograr un referéndum independentista definitivo por encima de lograr la estabilidad política durante los dos próximos años.
Rull recurrió a su cuenta personal en la red social Twitter para señalar que, aunque el partido defiende la necesidad de «hacer las cosas bien» y sin prisas, una vez superado el 9-N, su hoja de ruta no pasa por una alianza con el PSC: «No. Alargar la legislatura hasta el 2016 con el PSC significaría renunciar a la independencia y esto no lo haremos».
La portavoz de CDC, Mercè Conesa, puntualizó en una rueda de prensa posterior que su formación sí mantiene la voluntad de «alcanzar acuerdos puntuales» con el PSC, aunque, como el número 2 del partido, también descartó un pacto de estabilidad que conlleve renunciar a la «consulta definitiva». Conesa, además, insistió en reivindicar el papel de ERC como socio estable, pese a que los republicanos se han negado públicamente a seguir ejerciendo como tales después de ver cómo se rebajaba la consulta del 9-N a un mero «proceso participativo», empezando por no dar apoyo a los presupuestos de la Generalitat. «Entendemos que tenemos que continuar dialogando con ERC para volver al pacto de estabilidad y, en cualquier caso, aunque no podamos descartar acuerdos puntuales, no podemos renunciar a la consulta definitiva», señaló Conesa.
La portavoz de CDC, de hecho, incluyó entre dichos pactos puntuales el eventual apoyo de los socialistas a las cuentas de la Generalitat, cuyos presupuestos se mantienen prorrogados. Conesa consideró que, si ese extremo llegara a cumplirse, no significaría sellar un pacto de estabilidad hasta 2016 ni renunciar al proceso soberanista: «Un pacto de estabilidad va más allá, marca una hoja de ruta a seguir a nivel de país».
Pese a la negativa de los convergentes, la portavoz del PSC, Esther Niubó, mantuvo ayer «sin fecha de caducidad» su ofrecimiento a Mas, siempre y cuando éste pase a priorizar la lucha contra los efectos de la crisis sobre la ciudadanía por encima de la independencia.
CDC sí descarta en todos sus extremos la posibilidad de llegar a negociar los presupuestos con el PP. Mas y su gabinete evitan cualquier acercamiento a los populares «tras la actitud del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, y Alicia Sánchez-Camacho», a quienes imputan la filtración de supuestos casos de corrupción de CiU y las presiones a la Fiscalía para que actúe penalmente contra Artur Mas por el 9-N.
EL MUNDO – 18/11/14