EL MUNDO – 27/07/14
· Mas elogia el coraje de sus gobiernos pero admite que «se hicieron algunas cosas mal».
El día después de la confesión el desconcierto era el mismo. Los partidos, sin embargo, lograron ayer salir del estupor que provocó la revelación de que Jordi Pujol ocultó una fortuna durante 34 años y mostraron abiertamente su rechazo, situado entre la sorpresa y la decepción. Ayer, además, al contrario de lo que suele ser habitual, los juicios y censuras no se limitaron a los partidos de la oposición. Ayer, al contrario de lo que es habitual, casi todo el mundo coincidió.
El mensaje de mayor calado lo envió, paradójicamente, Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), partido que fundó Pujol y que ayer, ansioso por alejarse de la mancha, enseñó la puerta de salida al hasta ahora su mayor tótem político y le instó a dar la cara ante la Justicia.
El encargado de hacerlo fue, además, el hombre destinado a enterrar la herencia del pujolismo. Josep Rull, nuevo número dos del partido y sustituto del imputado Oriol Pujol, invitó al fundador a «reflexionar» sobre su papel en el partido. Sin mencionar directamente la renuncia a sus cargos –actualmente Pujol ostenta el de presidente-fundador–, el nuevo hombre fuerte de la formación le animó a decidir «si debe comparecer para fortalecer aquel proyecto que él creó».
Josep Rull fue incluso más allá: «Debe comparecer naturalmente ante la Justicia».
Artur Mas, heredero político de Pujol, evitó entrar en el reproche. Tras dejar a Rull las palabras de mayor significado se limitó a reconocer –durante la inoportuna inauguración de una prisión en Figueras– que «en el pasado se hicieron cosas mal». Sin especificar. El presidente de la Generalitat, que elogió el «coraje» de los gobiernos de Pujol al lograr las competencias en materia penitenciaria para Cataluña, mantuvo el tono al que recurrió el viernes, cuando limitó al ámbito «personal» los 34 años de opacidad.
ERC repitió argumento sobre la rendición de explicaciones ante los tribunales. Según señaló ayer su portavoz en el Congreso y alcaldable por Barcelona, Alfred Bosch, «el president sabrá lo que tiene que hacer» ante unos hechos «tristes». El republicano vio, eso sí, oportunidad de rechazar que el caso afecte negativamente al proceso soberanista. Todo lo contrario. Para ERC la independencia será «una escoba que ayude a barrer todo el polvo que ha dejado el sistema autonómico y monárquico, que se ha revelado corrupto en muchos aspectos».
El PSC, némesis política de Pujol durante sus 23 años al frente de la Generalitat, tampoco dejó que la sangre llegara al río. Concentrado en Madrid por el Congreso extraordinario del PSOE, su flamante primer secretario, Miquel Iceta, se mostró «profundamente decepcionado» y auguró que los catalanes tardarán «en recuperarse». La ex ministra Carme Chacón reclamó al ex president «explicaciones urgentes a los millones de catalanes que crecimos con él».
El coordinador nacional de ICV, Joan Herrera, se sumó a las voces que reclaman explicaciones «inmediatas», aunque consideró que éstas debería darlas el mismo Pujol en el Parlament, al ser «un hecho vergonzoso y de una gravedad sin precedentes». El ecosocialista elevó el tono y dijo que la ocultación de fondos «es una falta de respeto y un insulto» hacia la Generalitat y hacia quienes «declaran a Hacienda cada mes», además de exigir a Mas que «condene» la actitud de su antecesor y que se investigue si los fondos podrían tener vinculación con la financiación irregular de CiU.
El portavoz en el Parlament de los populares, Enric Millo, –también diputado por CiU entre 1995 y 2003, bajo el Govern de Pujol– dijo ayer que la confesión «significa 34 años de un engaño histórico para el que las excusas llegan tarde», además de suponer «una profunda decepción en muchos catalanes». Millo, eso sí, abrió el debate sobre si deben mantenerse los privilegios de los que disfruta como ex mandatario –«remuneración, despacho, coche y asesores»– y dijo que cree que deberían ir ligados «a un comportamiento impecable». Millo aprovechó para atacar a quienes «atribuían a una campaña de difamación del PP» las informaciones sobre Pujol. «Todo lo que ayer eran ataques hoy es verdad».
Libres e Iguales pide retirarle privilegios
> El colectivo de intelectuales Libres e Iguales, que pidió al Gobierno hacer frente al proceso soberanista en Cataluña, reclamó ayer a Artur Mas que actúe en todos los ámbitos contra Jordi Pujol.
> Entre otras medidas, reclamaron «la supresión de la pensión vitalicia o cualquier otro privilegio económico o moral a que tuviera derecho por su condición de ex presidente de la Generalitat».
>También pidieron una investigación «integral, detallada y rigurosa sobre la etapa de Pujol al frente de la Generalitat».
EL MUNDO – 27/07/14