EL MUNDO 08/03/15
Convergència se levantó ayer contra la intención del Gobierno de limitar los anhelos de Artur Mas de proyectarse al mundo como el líder de un Estado soberano. Un día después de que el Ejecutivo anunciase que ha decidido recurrir ante el Tribunal Constitucional (TC) la ley de acción exterior catalana, el número dos de la formación nacionalista, Josep Rull, advirtió a Mariano Rajoy de que «Cataluña ejercerá como nación aquí y en todas partes».
El coordinador general de CDC acusó al Gobierno de tener una «obsesión patológica» contra Cataluña y de tener la firme intención de convertirla en un ente «residual». «Pero no se saldrán con la suya», atajó Rull, para completar su amenaza augurando que, en un año, Cataluña «será una nación libre entre el resto de naciones del mundo».
Para alcanzar ese, en la actualidad, incierto objetivo, Convergència abordó ayer su refundación en un consejo nacional que fijó su nueva hoja de ruta. El guión que debe cimentar el futuro de la formación presidida por Mas incide en la necesidad de dotar a las elecciones autonómicas del 27-S de un cariz plebiscitario, aunque el Pacto Nacional por el Derecho a Decidir fue incapaz el viernes, durante su última reunión, de atribuir ese carácter a los comicios por las cada vez más acusadas grietas del bloque soberanista.
Diferencias que la propia Convergència contribuiría a acrecentar ayer, cuando Rull se negó a etiquetar a su partido como secesionista. «No nos definiremos como independentistas, somos nacionalistas», insistió el número dos de la formación y redujo la independencia a un mero «instrumento» para mejorar la calidad de vida de los catalanes.