EL MUNDO – 14/06/16
· Homs vio en el debate la representación de «una España incompleta sin Cataluña».
Son tiempos de desorientación en Convergència. Desde que defiende la independencia de Cataluña, el partido ha perdido más de la mitad de sus diputados en el Parlament y ha pasado de primera fuerza en las generales (en 2011, todavía como CiU y con Josep Antoni Duran Lleida como candidato) a cuarta en 2015. Y según las encuestas, todavía puede caer algún puesto más el 26-J.
En un intento de retener al votante histórico, el partido ha recuperado sus siglas (ya no se presenta como Democràcia i Llibertat, como en diciembre) y su candidato, Francesc Homs, está acentuando en campaña su perfil ideológico, por ejemplo con ataques diarios a la CUP. Quizás también por ello, y pese a subrayar que siempre ha sido independentista, Homs se quejó ayer de su exclusión en el debate: dijo que era la representación de «una España incompleta sin Cataluña» que en su opinión pone de manifiesto que «hay más separadores que independentistas».
«Piden la unidad de España pero no invitan a una parte», insistió el candidato, que fue el principal ideólogo de Artur Mas cuando presidía la Generalitat. Homs intenta ahora –lo dijo antes de que empezara la campaña– que los catalanes confíen en Convergència para el «mientras tanto»: quieren convencerlos de que la independencia es inminente, pero que ellos son los mejores para gestionar el día a día hasta que advenga la separación.
Con esa idea en mente, Homs se quejó de que «parece que Cataluña no cuente» porque se excluye a los partidos independentistas del debate, aunque, según subrayó, «el tema catalán es uno de los centrales de la vida pública española». Además, dio por hecho que su formación y ERC serán fundamentales para conseguir una mayoría en el Congreso después de las elecciones. «Da la sensación de que los protagonistas del debate no podrán formar Gobierno. Es un autoengaño y una gran contradicción», añadió.
«¿De qué van a debatir, además de tirarse los platos por la cabeza y hacerse reproches, si no están los que necesitan para hacer Gobierno, por mucho que les pese?», dijo también antes de la emisión.
ERC no fue menos crítica con su exclusión. El partido, que logró nueve diputados el 20-J, consideró «dramático» y un contrasentido que los canales que emitieron el debate no invitaran a nadie de esa formación.
El cabeza de lista de ERC, Gabriel Rufián, recordó que su partido tiene grupo propio en el Congreso y que, si se va a abordar el independentismo y las posibles salidas al laberinto catalán, su formación debería haber estado representada en el plató. «Más cuando los partidos que sí están no paran de decir que el proceso soberanista catalán es un escollo», afirmó.
Los principales candidatos y dirigentes republicanos idearon una fórmula de protesta que consistió en seguir el debate desde la sede del partido y ofrecer, por internet y en directo, sus comentarios a las opiniones expresadas por los candidatos invitados.
Rufián añadió ayer que la exclusión de los partidos independentistas no se compadece con la carta que ha enviado Mariano Rajoy a los electores catalanes, en la que ofrece «diálogo» para superar la situación política actual.
Para Rufián, hablar del PP y del diálogo «es un oxímoron» porque, en su opinión, «el diálogo del PP se llama Tribunal Constitucional y la impugnación de todas las leyes que salen del Parlament».
EL MUNDO – 14/06/16