ABC – 30/03/16
· Tensión entre el soberanismo: CDC rechaza pasar una «reválida» cada 15 días.
· Admisión a trámite incluso asumiendo que hay dudas flagrantes sobre su legalidad. Los partidos soberanistas siguen embarcados en un juego de fintas y amagos: un paso para adelante en pos de la ruptura, otro para atrás para no sobrepasar los limites de la legalidad.
En este contexto, la Mesa del Parlamento catalán –con los votos de Junts pel Sí – admitió ayer a trámite la propuesta de la CUP en la que se insta a desobedecer al Tribunal Constitucional (TC) y mantener la vigencia de la «declaración de ruptura» aprobada por la misma cámara el 9-N.
Con dicha moción, la CUP pretende poner a prueba el compromiso de CDC y ERC con respecto a la declaración y su voluntad de desobediencia, algo que ha abierto una crisis entre los partidos soberanistas, que entienden que los antisistema quieren únicamente marcar perfil propio.
La respuesta de convergentes y republicanos fue ayer una patada hacia adelante, como ya hicieron la semana pasada, a la espera de poder en los próximos días transaccionar una alternativa al texto que les permita salvar los muebles, ante lo que podría ser un flagrante acto de desobediencia a la suspensión ordenada por el TC. Desde Junts pel Sí se admitía ayer que el texto de la CUP suscita dudas legales, un reconocimiento implícito de que la sentencia del TC y posterior providencia no han caído en saco roto entre los independentistas.
Pese a ello, rehenes del acuerdo parlamentario con el partido antisistema, convergentes y republicanos no se atrevieron ayer a rechazar la moción, confiando en convencer a la CUP para «mejorarla», o lo que es lo mismo, introducir algún tipo de transacción que evite la desobediencia explícita. En lo que sería una inédita tramitación, y ante la indignación de la oposición, la Mesa acordó que si no se introducen cambios en el texto, el mismo no se someterá a la votación del pleno.
Mas: «Actuar con astucia»
La respuesta de los anticapitalistas fue fulminante, asegurando que «no modificarán ni una coma» de la moción, donde piden por ejemplo desobedecer al TC, acelerar su tramitación e instar a los Mossos a ignorar las ordenes de la Audiencia Nacional en su investigación a los ayuntamientos que aprobaron declaraciones de apoyo. «No modificamos nuestros anhelos de libertad, porque somos coherentes y porque mantenemos la palabra y los compromisos», dijo la diputada Anna Gabriel.
La estrategia de la CUP ha encendido los ánimos en el campo soberanista, particularmente en CDC, que ven cómo la estrategia de sus socios entra en contradicción con el aparente gradualismo que quieren imponer al proceso soberanista. Si la pasada semana la portavoz de la Generalitat, Neus Munté, ya advirtió contra la «gesticulación excesiva» de los antisistema, ayer reiteró que «no creemos que sea necesario pasar una reválida cada 15 días en el Parlament» para certificar la apuesta independentista. Por contra, en ERC, tratan de mantener un difícil equilibrio. La republicana Marta Rovira aseguró que «JpS comparte el contenido de la moción».
También se pronunció el expresidente Artur Mas, que llamó al soberanismo a actuar con «astucia e inteligencia», huyendo de las «pequeñas disputas».
ABC – 30/03/16