- Sánchez dice que está muy tranquilo, que no pasa nada, la corrupción de su familia y en el corazón de su Gobierno no tiene mayor trascendencia política
Nada más retumbar el terremoto de los informes de la UCO, adelantados en este periódico, Moncloa lanzó la siguiente consigna tranquilizadora: «Cero preocupación», que fue repetida por varios leales «ministros y ministras» evocando al perro de Pavlov. Este sábado, en un corrillo en el Palacio Real, Sánchez insistió en que no está preocupado por lo que ha aflorado (que es solo la punta del iceberg).
Nadie entendería que el bueno, honesto y fiable presidente Sánchez tuviese que inquietarse. «Cero preocupación». Son menudencias, diez cosillas que ocurren en todas partes:
1.-La mujer del presidente del Gobierno y su hermano están imputados por corrupción, ella por aprovecharse del cargo de su marido para sus negocios y por apropiarse de bienes públicos, y él por fingir que es residente fiscal en Portugal, cuando en realidad no vive allí. «Cero preocupación».
2.-El rector de la Complutense se fue de visitilla a la Moncloa para ver a Sánchez y Bego y acto seguido reparó en que la mujer del presidente, que no tiene ni título universitario y se expresa como una escolar, se merecía una cátedra extraordinaria (para más señas, con un máster para enseñar a las empresas a captar fondos públicos siendo su marido el que los reparte, ¡ole!). «Cero preocupación».
3.-El empresario aragonés Juan Carlos Barrabés, especializado en la venta de material de montaña, facturaba en 2018 cero euros con la Administración del Estado. Ya con Sánchez, en 2019 recibe 360.000 y en 2020, 80.000. Nada raro. Pero a mediados de 2020 comienza a compadrear con la mujer del presidente y se convierte en «asesor y colaborador» de su cátedra, según sus propias palabras. En julio de 2020, Begoña escribe una carta recomendando a Barrabés. Por una mera casualidad, al año siguiente el empresario amigo pasa a recibir 12,5 millones en contratos del Gobierno de su marido y en 2022 logra otros 7,6 millones. «Cero preocupación».
4.-El hermano David Sánchez, director de orquesta fracasado bajo el nombre artístico de David Azagra, es contratado como asesor musical por la Diputación de Badajoz, gobernada por el PSOE, justamente cuando Pedro acaba de retomar las riendas del partido. El tribunal que lo ficha lo forman al completo afiliados del PSOE, incumpliendo además el requisito de que figure algún experto en música. David pone en marcha una ópera friki que solo se representa una vez con media entrada, pero que su hermano apoya con fondos europeos. Además, David no acude a su puesto de trabajo, casi siempre vacío. De propina, vive medio oculto en Badajoz, en el piso de un jefe local del PSOE, mientras engaña a Hacienda como residente fiscal en Portugal. El único hermano del presidente está ya imputado por estas amenas aventuras. «Cero preocupación».
5.-Mientras miles de españoles morían víctimas de una aterradora epidemia, resulta que la mano derecha del presidente del Gobierno y hombre fuerte en su partido, Ábalos, mantenía una red de mordidas desde el ministerio con mayor presupuesto a costa del material sanitario. La banda la completaban un antiguo portero de burdel y guardaespaldas elevado a asesor ministerial, Koldo, y el empresario e intermediario de intereses múltiples Víctor de Aldama. La banda de Aldama (y Ábalos) obtuvo 60 millones en contratos públicos y se llevó 16,5 millones en adjudicaciones. «Cero preocupación».
6.-Siendo el número dos de Sánchez, Ábalos se paseaba en sus viajes oficiales por España y el extranjero con una joven amiga, a la que enchufó con un empleo en un organismo público. Jéssica, que así se llamaba la musa rubia del brazo derecho de Sánchez, vivía en un piso alquilado en la emblemática Torre de Madrid que pagaba la red de Aldama (casi 90.000 euros de marzo de 2019 a septiembre de 2021). Todo muy feminista, puro PSOE. Además, Aldama le pagó a Ábalos un chalet en la Línea de medio millón para que se solazase con su familia (la oficial). «Cero preocupación».
7.-David, el hermano de Sánchez, se compró a tocateja un palacete medio arruinado en Elvas (Portugal), un pueblo de 20.000 vecinos en la raya con Badajoz. Casualmente, Aldama y tres miembros de su trama desviaron parte de sus fondos a una estructura societaria de cuatro compañías radicadas precisamente en Elvas, al parecer la nueva Wall Street. Casualidades. «Cero preocupación».
8.-Aldama actuaba como consejero, intermediario y comisionista para Air Europa y movió a Ábalos para acelerar el rescate de la compañía intercediendo ante «el número 1». El rescate de 475 millones fue el mayor de los que concedió el Gobierno por la covid y se otorgó cinco veces más rápido que la media del resto de las ayudas. El día que el Ejecutivo cerró todo, casualmente la mujer del presidente se veía con Javier Hidalgo, con quien mantenía un trato nunca bien aclarado. «Cero preocupación».
9.-La vicepresidenta del dictador Maduro, Delcy Rodríguez, cuya presencia en suelo europeo estaba prohibida por Bruselas, aterriza en Madrid en enero de 2020 en un viaje organizado por Aldama, que entre otros asuntos está tratando con ella la compra de 104 barras de oro, valoradas en 62,7 millones de euros. Sánchez le dio a Ábalos, su ministro de Transportes y número dos del PSOE, el plácet para la visita, según sabemos ahora. Ábalos acudió a verla a la T4 en compañía de Koldo y Aldama, que no se perdía una. Al trascender el tema en su día, el ministro ofreció hasta diez versiones distintas, enlazando mentira tras mentira. Hoy sabemos también que Sánchez faltó a la verdad en sede parlamentaria cuando informó sobre el caso. «Cero preocupación».
10.-El informe de la UCO refleja que la trama Ábalos-Aldama pasteleaba para sus negocios con los por entonces presidentes autonómicos de Baleares y Canarias, que hoy ocupan respectivamente la presidencia del Congreso (tercera autoridad formal del Estado) y un ministerio. «Cero preocupación».
En resumen: una chorizada impresionante en el corazón del Gobierno, que se llevó a cabo además mientras docenas de españoles morían cada día por una epidemia espantosa y que fue protagonizada por el hombre fuerte de Sánchez, un presidente que al tiempo tiene imputados por corrupción a su mujer y su hermano. «Cero preocupación», atrincherados en un Gobierno que no gobierna y que reposa sobre una montaña de mugre, mentiras y propaganda.