El presidente de Venezuela se ha ofrecido para mediar en una eventual negociación de paz para la crisis de Libia, aunque los tribunales españoles siguen proporcionando pruebas de que el presidente venezolano ampara grupos terroristas como ETA y las FARC.
Aunque el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, se ha ofrecido para mediar en una eventual negociación de paz para la crisis de Libia, como los tribunales españoles siguen proporcionando pruebas de que el presidente venezolano ampara grupos terroristas como ETA y las FARC, que son responsables de asesinatos, secuestros y complots para asesinar al expresidente de Colombia Álvaro Uribe, entre otros, está quedando claro para la comunidad internacional, especialmente en Europa, que Hugo Chávez no puede ser considerado un mediador serio para parar las masacres libias o cualquier otra crisis.
La credibilidad y credenciales de Chávez han sido todavía más socavadas recientemente: los tribunales españoles acaban de acusar a un alto cargo de Venezuela de ser una figura relevante de la organización terrorista vasca ETA.
El juez español, Eloy Velasco, de la Audiencia Nacional española, está investigando la cooperación de ETA con las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) y si esta alianza estaba amparada por el Gobierno de Venezuela. En una video-conferencia con el juez Velasco, dos exguerrilleros de las FARC admitieron que habían sido entrenados por miembros de ETA entre 2002 y 2008 en la selva de Venezuela y en Colombia. Fueron formados en la preparación de explosivos, de coches y motos bomba, en el uso de relojes y teléfonos móviles como temporizadores, y en la detonación de varios tipos de explosivos (R2, TNT y C4).
Los máximos líderes de ETA encuentran refugio seguro en Venezuela
Velasco ordenó el procesamiento del miembro de ETA Arturo Cubillas Fontán, jefe de seguridad del Instituto Nacional de la Tierra, una agencia ligada al Ministerio de Agricultura y Tierras de Venezuela. Cubillas, que había nacido en España, vive en Venezuela desde 1989. Según la investigación, Cubillas tenía una relación constante, permanente y directa – por lo menos entre 2004 y 2008, con los líderes de ETA, y ha coordinado y realizado funciones directivas, como el entrenamiento y la mejora de armas, y técnicas terroristas. Además, Cubillas – contra quien se publicó una orden de arresto en 1985 por asesinato – está acusado de ser el líder del grupo en el continente americano.
La lista de refugiados de ETA en Venezuela no está cerrada. La semana pasada, el semanal español Tiempo revelaba que el veterano pistolero José Luis Eciolaza Galán, alias “Dienteputo”, que actualmente es el máximo líder de ETA, también ha estado escondido en Venezuela al menos el año pasado. Según el Ministerio de Interior español, Eciolaza Galán todavía dirige el aparato militar de la organización terrorista, y huyó a Venezuela donde aparentemente puede disfrutar de “un cierto grado de impunidad” en un entorno en un entorno en el cual él y los de su clase pueden prosperar dedicándose a “funciones de formación, logística y comunicación”.
Según el antiguo embajador ante Naciones Unidas, Diego Arria, que se convirtió en el primer venezolano cesado por sus presuntos nexos con ETA y las FARC, Cubillas y otros terroristas de ETA consiguieron llevar a cabo actividades de entrenamiento siempre y cuando contaran con el apoyo de las fuerzas armadas de Venezuela.
La “trama yanki”
Venezuela ha reaccionado enérgicamente ante el caso. “El gobierno venezolano conoció los detalles de la orden judicial por la prensa española, en la que se hacen alusiones inaceptables al gobierno venezolano”, se leyó en una declaración. En la declaración también se dijo que la orden judicial realizaba muchas referencias irrespetuosas con Chávez, y alusiones infundadas y tendenciosas sobre el gobierno de Venezuela.
En ocasiones anteriores, Chávez declaró que estas acusaciones formaban parte de una trama en la que “por una parte está la Justicia Española “Real” y por otra, Washington… Todo está orquestado. Y, detrás de eso, está el Imperio Yanki, por supuesto”.
Anna Mahjar-Barducci, Hudson New York, 16/3/2011